24 de abril de 2024
Actualidad

La hermandad de San Sebastián venera a la Virgen de la O, en el Sagrario

Desde hace unos días la Muy Antigua Hermandad de San Sebastián bajo el ánimo cultual dispensado por el Párroco del Sagrario y Director Espiritual de la Corporación, Juan Gutiérrez, ha decidido rescatar del olvido la histórica Imagen de la Santísima Virgen de la O que toma y presta la advocación del histórico hecho del 18 de diciembre o “Hazaña del Pulgar”. Sea como fuere, expuesta a la veneración de los fieles y en un decoroso y sobrio Altar de Cultos, será dispuesta para las festividad de la Inmaculada Concepción en el lado de la Epístola, en el Presbiterio del Sagrario Catedralicio.

La talla de la Virgen es una obra del primer tercio del Siglo XVI, deudora de los modelos tardo-góticos introducidos a raíz de la Reconquista por las Vírgenes que ex profeso entregan e introducen los Reyes Católicos. A pesar de los recursos retardatarios que se le identifican, la Imagen de la Santísima Virgen de la O abandona ciertamente el tardo-goticismo de la Virgen de la Antigua o de la Justicia, modelos evidentes para su hechura y anuncia los recursos de la estatuaria renacentista.

Uno de sus recursos iconográficos es la Granada que porta en su mano izquierda y que explicaría el hecho de que el Sagrario Catedralicio sirviera de lugar de enterramiento de la nobiliaria familia Granada Venegas, que muy probablemente solicitara la hechura de dicha imagen sirviendo como referencia la de la Antigua de la Catedral. En ambas, el tratamiento de los ropajes, mediante cuchillos envolventes y pliegues naturalistas, ofrece similares concepciones. El hieratismo facial queda superado en el caso de la Virgen de la O, prueba de la evolución escultórica a cuyo periodo responde, pero la influencia de las “Vírgenes de los Reyes Católicos”, queda en la plasmación polícroma, el recogido del manto y otros estilemas de la época.

Esta Imagen gozó de una continua devoción al punto que en 1638 fue la Titular de una recién creada Hermandad que reunía en torno a ella y estaba compuesta por los estudiantes universitarios de Granada. En ese momento, la Imagen comienza a recibir culto como Santísima Virgen de los Remedios lo que explica que la Cofradía de Penitencia de los Estudiantes, en recuerdo histórico, advocara a su Dolorosa con este nombre.

La Hermandad se distinguió en su celo inmaculista. Usaba el azul y el blanco en los cordones de sus medallas y en los ornatos que llevaba a cabo; en un primer momento, se fusionó con la Hermandad de San Pedro Advícnula pero para 1640 andaban pasos distintos; Henríquez de Jorquera hace referencia a ella como Muy Fervorosa y sin duda, las obras del nuevo Sagrario Catedralicio (1704 a 1755) dieron al traste con la Corporación, probablemente por la imposibilidad de rendirle culto de forma decorosa y propia tras 51 años de obras del extraordinario edificio que hoy nos contempla.

La recuperación de la “exposición cultual” de esta Imagen creemos que es de justicia y la entendemos como el pago de una deuda histórica a una devoción con tanta influencia en la Granada Moderna. Relacionada con la muy notoria familia de los Granada Venegas, celosa defensora del Dogma, influyó en la Advocación de una Dolorosa tres siglos después y al cabo, concita en torno a sí la historia propia del Sagrario Catedralicio al advocarse como éste, recordando la hazaña de Pérez del Pulgar.