El Icono del Perpetuo Socorro celebró su Centenario en el actual Santuario de la calle San Jerónimo.
El Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro estuvo por espacio de dos horas en el interior del templo Catedral de Granada. Se celebró ayer el centenario de la llegada de los Redentoristas al Santuario actual de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, antiguo Oratorio de San Felipe Neri, y templo de Nuestra Señora de los Dolores. Partió por la tarde en dirección hacia la Catedral, después de visitar la basílica de San Juan de Dios «y estar próximo a nuestros hermanos de la Orden Hospitalaria» como indicó a nuestra redacción el sacerdote redentorista Carlos Sánchez. Acompañó estos instantes hasta la Seo granadina la banda de Jóvenes Promesas de Los Ogíjares, interpretando marchas de marcado acento fúnebre. En el interior de la Catedral ofició la Eucaristía el vicario general de Pastoral, Blas Gordo, concelebrada por los sacerdotes redentoristas y poco después de las nueve y media de la noche regresaba el Icono nuevamente hasta su Santuario.
En el regreso, acompañado por la banda de música «San Isidro», de Armilla se interpretó un repertorio de marchas algo más populares, si bien continuó la línea de marchas sobrias y clásicas. Uno de los momentos más entrañables vividos fue la proximidad del paso del Icono del Perpetuo Socorro ante la imagen de la Virgen de los Remedios, Reina y Madre de los Estudiantes, en el templo de Santos Justo y Pastor, Titular de la Cofradía Universitaria. Allí esperaba el delegado diocesano de la Pastoral Universitaria, José Antonio Villena, junto con miembros de la hermandad. En el cortejo de ida a la Catedral participaron las hermandades de los Sagrados Corazones junto con la de María Auxiiliadora de la Alhambra y las cofradías de la Aurora Coronada, Jesús Cautivo, Entrada en Jerusalén y Soledad de San Jerónimo, estas tres últimas vinculadas al Santuario del Perpetuo Socorro. A las once y media el Sagrado Icono entraba en el Santuario del Perpetuo Socorro después de haber vivido históricas horas fuera de su Santuario y haber recogido el cariño de muchos granadinos que acudieron a esta cita redentorista.