Ayer asistimos al ensayo de la cuadrilla de la Paciencia. Se mantiene el trabajo a hombros con trabajadera individual
Los ensayos de costaleros se multiplican en nuestra ciudad en estas jornadas. Qué duda cabe que el centro de atención se produce durante muchas noches en la Casa de Hermandad del Rocío, en la Chana, donde más de quince parihuelas aguardan el calor del costal o de los hombros. La mayoría de ellas están preparadas para el sistema a costal pues ha sido ampliamente desbancado por la trabajadora al hombro en las últimas décadas. Sin embargo, encontramos anoche a la cuadrilla del Señor de la Paciencia dispuesta a realizar su ensayo. Después llegaría la de María Santísima de las Penas. Ambas son de las más veteranas de hermanos costaleros, las primeras en realizar estación bajo sus pasos sustituyendo a los costaleros asalariados que hacia el año 1977 portaban los pasos de nuestra Semana Santa
«Llevo 36 años y sigo ilusionado, con muchas ganas de que llegue el Miércoles Santo y más ahora que ya trabajo bajo el paso con mi hijo de 21 años», nos cuenta Juan Ramón La Chica, uno de los costaleros veteranos de la cuadrilla. Se ven rostros con muchos años de experiencia y otros, más jóvenes, dispuestos a estrenarse este año. «Estoy deseando meterme», nos cuenta uno de esos jóvenes que este año se estrenan bajo las trabajaderas. Las características de este ensayo que hemos escogido es que mantienen su trabajadora al hombro pero con una particularidad, la trabajadera es individual. «Un sistema que se diseñó hace muchos años y que nos permite situar al costaleros que deseemos en el lugar más conveniente», nos cuenta su capataz Gerardo Sabador. El sistema de «igualá» también es muy personal pero «siempre manteniendo los más altos en la delantera y los más bajos en la trasera. Aún así podemos con esta trabajadora individual calzarlos de manera conveniente para que la «igualá» sea la más conveniente, nos cuenta Sabador.
Comienza el ensayo cercanas las diez de la noche, después de fajarse la cuadrilla. Aquí no hay costal pues la guata de la propia trabajadora es la encargada de proteger los hombros de los costaleros. «Algunos han planteado el cambio a costal pero la mayoría deciden siempre y se mantiene esta forma de trabajo al hombro», nos dice el capataz.