Granada paseó a su Patrona.
La Virgen de las Angustias estuvo en las calles de la ciudad por espacio de cinco horas. Una de las procesiones más largas que se recuerdan y que contó con la participación de miles de fieles de la Patrona. Largas filas de devotos de la Virgen protagonizaron la jornada del último domingo de septiembre con su habitual cercanía a la Patrona de la Archidiócesis buscando ofrecer luz al paso de la imagen. A las once y media de la noche entró la Virgen en el interior de su basílica a los acordes del himno nacional que interpretó la banda del Ejército de Tierra. Por delante estaba la corpoación municipal con su alcalde-presidente, José Torres Hurtado, acompañado por miembros del equipo de gobierno y los concejales de Ciudadanos, Raúl Fernández y Manuel Olivera, junto con el portavoz socialista Francisco Cuenca. En representación del Rey de España, Felipe VI, marchó el teniente general Jefe del Madoc, José Carrasco, y presidió la Corporación Provincial del diputado de Turismo, Enrique Molina.
El arzobispo de Granada, Monseñor Martínez Fernández, bendijo a familias y niños mientras la Virgen caminaba por su itinerario rodeada de un impresionante gentío que llenó las calles y plazaas del itinerario. La rotura de un varal del palio hizo que sufriera un retraso la salida de la imagen que hubo de esperar a su arreglo provisional. A pesar de que a las cinco de la tarde una tromba de agua hizo pensar en la suspensión de la procesión y de que cuando la Virgen marchaba de regreso por calle Recogidas unas tímidas gotas obligaron a acelerar el paso, la procesión discurrió con la normal organización, donde todos desean ir próximos a la Madre y rompiendo en muchos momentos el protocolo solemne y riguroso del cortejo procesional. Un año más, Granada acompañó a su Patrona en la devoción más fuerte que conoce, la de la Virgen de las Angustias.