La cofradía del Vía Crucis regresó a su sede, después de pasar por San Miguel y San José.

Las iglesias de San Miguel Bajo y de San José acogieron ayer al cortejo de la cofradía del Vía crucis que trasladaba a sus Titulares desde la Colegiata Albaicinera del Salvador, hasta el templo de San Juan de los Reyes. En ambos lugares fueron recibidos por las cofradías de la Aurora Coronada, donde se recordó la primitiva vinculación de ésta a la decana de la ciudad, y por la del Silencio. Fue un cortejo en todo momento arropado por vecinos y cofrades. Diez parejas abrían el mismo con el libro del Vía Crucis custodiado por faroles, en el primer tramo. Al igual que ocurriera en la subida al Salvador, la imagen del Señor de la Amargura era portada en andas por la cuadrilla de Jesús de la Amargura, mientras que la cuadrilla de la Virgen de los Reyes portaba a la Virgen de las Lágrimas en sus andas de traslado, donde la única diferencia era el adorno floral compuesto por rosas blancas de pitiminí.

Espectacular el recorrido del cortejo, el silencio estremecedor por el Callejón de las Tomasas o por el Camino Nuevo de San Nicolás. Singulares los espacios del Albaicín que se mostraban en cada momento, tras una esquina o con el fondo inmaculado de la Sierra o de la Alhambra. El cortejo rememoraba las estampas imaginadas de una Semana Santa lejana en el tiempo a la que sólo sobraba el color de las instantáneas reproducidas en cientos de móviles o cámaras. Resultaba imposible abstraerse a la belleza de las calles y plazas por las que atravesaba este singular cortejo. En el mismo participaba la Real Federación de Cofradías teniendo como delegado a José Manuel Gómez, así como representaciones de cofradías como la Estrella, Maravillas, Lanzada, Dolores y la propia de la Aurora. En el segundo tramo, doce parejas, entre las que se incluían algunos de los representantes referidos y la cofradía de la Aurora con guión corporativo. La música la ponía el trio «Jesús de las Tres Caídas» y tras las andas del Señor de la Amargura, el párroco de San Pedro y San Pablo, San Gil y Santa Ana y rector del de San Juan de los Reyes, Manuel García Gálvez.