La Archicofradía del Rosario Coronada desafió a la lluvia y procesionó a su Titular y a Santo Domingo de Guzmán
Durante unas tres horas permaneció la imagen de Nuestra Señora del Rosario Coronada en las calles de la ciudad. La principal novedad de este año era la presencia de Santo Domingo de Guzmán, una talla tal vez atribuida al círculo de los Mora, que se realizó para procesionar junto a la Copatrona de la ciudad y que no lo hacía desde 1884. Ciento treinta y dos años después se conmemora el 800 aniversario de la Orden de Predicadores y se acordó que estuviera presente en el cortejo. Acompañamiento de buen número de hermandades de Granada y algunas, como la Divina Pastora, llegada desde Motril. Estaba presente el Madoc y la Asociación Vecinal del Realejo, con su presidenta Piedad Cardenete. También en el mismo, la delegación municipal encabezada por la portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Rocío Díaz, acompañada por María Frances (PP) y Lorena Rodríguez (C,s).
Fue numeroso el público que acudió a la llamada de la Virgen del Rosario Coronada a pesar de las inclemencias del tiempo que hacían augurar lo peor, pero todo se desarrolló según lo previsto a excepción del regreso que se adelantó media hora, llegando al templo a las nueve y media la imagen de la Virgen, cuando era presumible que dieran las diez de la noche. Colgaduras, «petalás», música de las bandas del Despojado y de la Victoria, de Fuentevaqueros, palmas reales y emoción en esta tarde mariana y dominica en las calles de la ciudad. Las cuadrillas eran mandadas por Alberto Ortega y sus auxiliares.