La Eucaristía del Centenario estuvo arropada por muchos fieles y cofrades, en la «Borriquilla».

«Es un aniversario muy importante para todos nosotros y para la ciudad», dijo el hermano mayor de la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, Eugenio Almohalla, al concluir la Eucaristía del Centenario de la bendición y primera salida procesional del misterio de la «Borriquilla», obra de Eduardo Espinosa Cuadros. Lleno total en el santuario del Perpetuo Socorro para acompañar a la cofradía. La Eucaristía estaba presidida por el Vicario General de la Diócesis, Francisco Espigares, quien dijo que «un día importante de reconocimiento y un día en el que muchos niños y jóvenes se han impuesto la medalla de la hermandad. El Señor nos quiere cristianos valientes y

vosotros estáis llamados a serlo», apuntó también al concluir la celebración. Estuvo acompañado por el consiliario de la hermandad, Francisco Arco, y el superior de los Redentoristas, Laurentino Pineda. También asistió, en representación federativa su secretario, Roberto Martín.

Para todos tuvo palabras de gratitud el hermano mayor en este centenario indicando que «Son los primeros cien años de muchos que, si Dios quiere, vendrán por delante», animando a los hermanos a participar en los actos de la cofradía y en el traslado matutino a la Catedral, de hoy en siete días.

Se presentaba el misterio de la Entrada en Jerusalén en altar de cultos con dos paños de altar a los lados, con cera apagada, al igual que los cirios frontales que se habían dispuesto.