Recuerdos, homenaje y devoción al Santísimo en el pregón de David Rodríguez para los costaleros Sacramentales
Versos y prosa para el Santísimo Sacramento, salieron de la inconfundible voz de David Rodríguez Jiménez-Muriel en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada. Era el pregón del XXV aniversario de la creación de la Cuadrilla Sacramental y se llenó el Salón para escuchar las palabras del pregonero, que había sido presentado por el también costalero Sacramental, Francisco Estarli. «Que cuatrocientas personas se unan sin medallas y sin blasones, más que el Cordero de Dios en su pecho, es un milagro que el día que lo entendamos a más de uno nos hará temblar. Y que verdad aquella que dijo que Todo es posible en Granada», dijo el pregonero en su texto que dedicó «al que lleva los papeles», el maestro de capataces José Carvajal Gálvez.
El pregón tuvo momentos de entrañable sabor granadino en «esta fiesta tan propia como ninguna y tan propia como la nuestra», recordando al desaparecido capataz granadino y contertulio de GRANADA COFRADE, Paco Toro, indicando que «nos cuesta un mundo entero acostumbrarnos, nos queda por consuelo cuanto fuiste y en esta tu Legión lo que nos diste, mandando que no vayamos a olvidarnos». Fue un texto precioso de gratitud a su devoción al Santísimo, a la Virgen del Rosario y al recuerdo perenne a Paco Toro. También muy singular el verso dedicado a quienes nos mostraron el cariño y la devoción al Santísimo, las abuelas. Para ellas tuvo singular homenaje en las que vertió todo el cariño, la solemnidad y el misterio de las cosas pequeñas que las abuelas engrandecen para coserse definitivamente en nuestros corazones.
Un texto de loa constante al Santísimo Sacramento, a lo entrañable del Día del Señor, a la importancia que tiene para los granadinos y a la fe que mueve la Custodia a su paso por las calles de la ciudad.