Comenzó ayer el interesante Simposio sobre la figura, la época y obra de José Risueño, convocado por la cofradía de la Esperanza
Con la finalidad de estudiar y profundizar en la obra del escultor granadino José Risueño y Alconchez, la hermandad de la Esperanza y la Universidad de Granada iniciaron ayer un Simposio que estudiará la obra y vida del escultor. Son más de setenta los alumnos inscritos en esta cita «con la que queremos que la figura de José Risueño salga fuera del ámbito estrictamente cofrade para que se pueda conocer más de su obra y su época», indicó ayer en el acto de inauguración el hermano mayor de la cofradía, Francisco Fernández, a GRANADA COFRADE.
El profesor universitario y granadino, Juan Jesús López-Guadalupe, es el coordinador del simposio quien nos indicó que «el profesorado y los especilistas que estudiarán la época de Risueño en el trásito de las dos últimas dinastías, de los Austrias a los Borbones, proceden principalmente de Sevilla, Málaga y Granada y además hemos querido que nos acompañen también de universidades de Italia y de américa, tan vinculadas al barroco español».
La cita se prolonga hasta el sábado que se clausurará a las 12.45 horas. Se celebra en la primera planta del Palacio de Niñas Nobles de la Diputación Provincial, en la calle Cárcel Baja, junto al Pie de la Torre. Este Simposio se organiza dentro de los actos del III Centenario de la realización de la imagen, fechada en 1718 y con motivo de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza que tendrá lugar el 13 de octubre en la Catedral. La autoría y año de ejecución lo desubrió la profesora Ángela Rojas en su restauración del año 1992. La propia restauradora estaba presente en el Simposio y recordó para GRANADA COFRADE que «aquel momento del hallazgo fue muy emotivo. Recuerdo que se encontraba el pergamino con la firma de Risueño y el año de ejecución (1718) a la altura del corazón de la imagen, entre dos tablas del interior de la talla. Fue muy emocionante cuando los que estábamos presentes vimos aquel trozo de papel tosco, pegado con cola, con el que se confirmaba la hechura de la talla. Luego hubo que documentarlo y analizarlo para comprobar la fecha y autentificación».
