Ayer se presentó la memoria de la Casa de la Esperanza
La Casa de la Esperanza es una realidad desde hace más de un año. El proyecto social que la hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza puso en marcha para celebrar el III Centenario de la Imagen de Nuestra Madre, y que, posteriormente se adhirió a la Obra Social de la Coronación. «Es la mejor corona que realmente hemos puesto sobre la testa de la Virgen de la Esperanza», tal y como refirió el hermano mayor, Francisco Fernández Millán. Ayer se dio a conocer la memoria de la Casa, por la madres Adoratrices, una realidad gracias al apoyo de muchas personas (físicas y jurídicas) a laFundación Amaranta y las Madres Adoratrices que hacen posible que familias ‘monomarentales’, mamás en riesgo o en exclusión social con hijos de corta edad, encuentren un techo, un empujón para una nueva vida; un futuro. Una esperanza.
Para que el inmueble de la Casa de la Esperanza pueda acoger a las familias y vivan en ella con total dignidad Carpintería Ignacio González; Pulimentos Armilla; JM Construcciones; Pintor Decorador José Montero, Nexo Cocinas; El tío del Puro, azulejos; CEMATEL, material eléctrico; donante anónimo (Madrid); Instalaciones eléctricas Redobles han aportado materiales y mano de obra.
La hermandad de la Esperanza indica a nuestra redacción que «hemos celebrado actos (y lo seguiremos haciendo) cuyo beneficio económico ha ido destinado al mantenimiento de la Casa de la Esperanza gracias a la colaboración de instituciones, artistas, formaciones musicales y hermandades que han cedido sus casas de hermandad y que han hecho posible que la Casa de la Esperanza, sea un hoy y ahora, un presente desde julio de 2017».