De la patera a la Esperanza
Hace unos días la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder recibía una petición de ayuda urgente desde la parroquia de San Juan Bautista en la zona norte de la capital. Solicitaban ropa y material para una bebé y su mamá. Se trata de una chica que hace dos años salió de su tierra, que llegó en patera con la ilusión de salir adelante pero que lo que iba a ser un sueño de una nueva vida se convirtió en una pesadilla de traición, soledad y maltrato. Esta chica ya no está sola. Ahora es madre de una niña de 11 meses y, para ambas, la labor tanto de las Hermanas Adoratrices (en Córdoba) como los Trinitarios (en Granada) ha aportado esperanza a sus vidas.
El trinitario, padre Luis, traslada a la hermandad su agradecimiento personal «por seguir sembrando Esperanza en el corazón de los pobres entre los pobres, nuestras hermanas migrantes, duramente probadas en su dignidad y derechos… Hoy habéis hecho felices a una niña de once meses, y a su mamá de 21 años. Ellas siguen luchando por una vida digna, confiando en una acogida al estilo de la ternura de María y en una integración e inclusión con sabor a familia entrañable… Gracias por hacerlo posible y por vuestra solidaridad, impulsados por nuestra Señora de la Esperanza. Un abrazo y mi oración «.
La hermandad sigue en contacto con la joven, a la que se le está buscando un trabajo digno con el que poder sacar adelante a su pequeña.