La ermita de San Sebastián regresa al culto público con la ayuda de la cofradía de los Escolapios
Miguel Zúñiga ha sido el autor del nuevo sagrario y de la Inmaculada que preside el recinto religioso
La ermita de San Sebastián, ubicada junto al rio Genil y el Paseo del Violón, regresó de nuevo al culto religioso después de nueve meses permaneciendo cerrada, desde el comienzo de la pandemia de la Covid – 19. Cada domingo a las 10,30 horas se podrá participar en la celebración de la Eucaristía pero tan sólo 16 serán los fieles que podrán asistir dado el aforo permitido sobre las 40 plazas permitidas en el interior del templo. El hermano mayor de la cofradía, José Luis Carmena, ha señalado a GRANADA COFRADE que «es una enorme satisfacción la que hemos tenido con este regreso al culto y en cuya reposición la hermandad de los Escolapios va a estar muy presente». Con la ayuda de la hermandad del Cristo de la Expiración se ha podido alcanzar este deseo. En el interior de la ermita o el morabito, se ha colocado un nuevo Sagrario que ha sido realizado por el escultor granadino Miguel Zúñiga Navarro, al igual que la imagen de la Inmaculada que también es obra suya. Hace unos días se bendijeron en el templo de San José de Calasanz por el párroco Juan Bautista Amat. También se ha situado la imagen de un Crucificado sobre la mesa de altar, realizado por Zúñiga Navarro. En su interior se conserva la imagen de San Sebastián que se ha situado en un lateral del templo.
La Eucaristía de reposición al culto estuvo presidida por el párroco de San José de Calasanz, Juan Bautista Amat, y los sacerdotes diocesanos Alejandro Angui, párroco de Albondón, y Moisés Fernández.
Este monumento granadino, muy desconocido por todos, es de origen almohade. Se tiene constancia de su origen en 1218 y en este espacio fue donde se produjo la entrega de las llaves de la ciudad por el Rey Boabdil a Fernando el Católico y la celebración de la primera Eucaristía en la ciudad tras más de setecientos años de dominación musulmana. La ermita, de construcción muy sencilla, está dedicada a los Santos Mártires Fabián y Sebastián y vinculada a la predicación de San Juan de Dio, fundador de la Orden Hospitalaria, y San Juan de Ávila, Patrón del clero secular y Doctor de la Iglesia.
En el interior de la ermita se desean celebrar algunas actividades de la hermandad de los Escolapios de carácter religioso y cultural, conferencias, charlas y pequeños conciertos.
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Fotos: Manuel Linares
