Tiempo de reencuentro, de música de nuevo en la calle, de sonrisas y responsabilidad infantil y juvenil bajo las andas procesionales del Niño Dios de la Esperanza, en la procesión infantil que vuelve a reencontrarse con un centro de la ciudad lleno de turistas y público que detuvieron su caminar para ver el sencillo cortejo procesionando por Plaza Nueva o Cárcel Alta, San Juan de los Reyes y su regreso por el emblemático paso frente al monasterio de la Concepción o la Carrera del Darro.
Abría cortejo la cruz alzada y el guión corporativo. Después, las andas procesionales que había cedido la cofradía de la Santa Cena para portar al Niño Dios, «ya que hemos preferido que sea con costaleros y costaleras por fuera, aunque esperamos que el año próximo regresemos al costal», según refirió a nuestra redacción la vocal de Juventud, Lucía Medina. Estaba «muy satisfecha por la respuesta de los hermanos y niños que van en el cortejo» y por «el acompañamiento de tanta gente alrededor del Niño Jesús». Tras las andas procesionales una importante participación de costaleros y de costaleras para las distintas «igualás» previstas y la banda de cornetas y tambores de Jesús del Gran Poder, dirigida por José Manuel Fernández, realizando una demostración de capacidad musical de alto nivel.