23 de noviembre de 2024
Actualidad

La lluvia nos dejó sin Gran Poder en la Catedral y el rezo del Vía Crucis se ofreció por los que sufren la guerra en Ucrania

La lluvia que ayer cayó sobre nuestra ciudad por la tarde y noche obligó a suspender el traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder desde su iglesia de San Gil y Santa Ana hasta el templo Catedral Metropolitano donde se hubiese celebrado el trigésimo vía crucis de la Federación de Cofradías. «No puede ser trasladar nuestro Cristo pero sea nuestro llanto y nuestro quebranto por esa gran preocupación que hay clavado en la humanidad. Que hoy esta lluvia sea anuncio de la lluvia que Ucrania necesita de paz para ellos y para toda la humanidad» dijo el párroco y consiliario José Gabriel Martín a los hermanos al término de la oración desarrollada en el interior del templo de la Plaza de Santa Ana. «No es posible pero la verdad es que ha sido un día muy intenso en la parroquia y en la cofradía y nos quedamos con la participación tan alta de hermanos que estaba prevista», señaló a nuestra redacción el hermano mayor Luis Sánchez Martínez. En semejantes términos se pronunció a nuestra redacción el presidente de la Federación de Cofradías quien recordaba que «nos quedaremos con el recuerdo del Vía Crucis que presidió hace años la imagen del Gran Poder y esperamos que esta lluvia beneficie a la ciudad y al campo». El templo permaneció abierto hasta las ocho de la noche para las visitas de devotos, feligreses y cofrades y a las ocho y media se inició el rezo de las catorce estaciones, de manera estática en los bancos, ya en el interior de la Catedral.

«Cada año celebramos este via crucis y cada año con una imagen distinta. Hoy no ha podido venir hasta la Catedral la imagen de Jesús del Gran Poder. Hemos estado estos dos años con pandemia, ahora la pandemia va suavizándose pero nos encontramos en otro momento dificil de la historia, dificil para nuestros paises y especialmente para nuestros hermanos de Ucrania que están padeciendo un vía crucis con la vida, con la tragedia de haber invadido su país, de tener que dejar, tierra, hogar, familia. Más de dos millones de refugiados ya» dijo el deán de la Catedral, Eduardo García, para que «los tengamos presentes en este rato de oración».

El rezo del Vía Crucis estuvo dirigido por el deán, acompañado por el parroco de Santa Ana, José Gabriel Martín, y de los canónigos Manuel García Gálvez y Antonio Muñoz Osorio. Las lecturas corrieron a cargo de distintos miembros vinculados a la junta de gobierno de la Federación de Cofradías.