Los miembros de la banda del Cristo de la Expiración lo llevaron hasta su paso procesional.
El Crucificado de la Expiración, del escultor churrianero Domingo Sánchez Mesa, se encuentra ya sobre su paso procesional en un acto solemne que ayer concentró a buen número de hermanos y cofrades granadinos para participar de una de las citas más sobrecogedoras de la cuaresma granadina y con la que prácticamente concluía el Domingo de Pasión. Eran poco después de las nueve de la noche y en silencio y con el interior del templo de San José de Calasanz iluminado tan sólo con la cera de los hermanos del cortejo, la candelería de María Santísima del Mayor Dolor y la del paso del Cristo de la Expiración, se procedió a la subida al paso del Crucificado.
Lo portaron en esta ocasión los integrantes de la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Expiración, uniformados, al ser este el primer año que acompañarán al Titular de la hermandad y bajo cuya advocación se acogen.