23 de noviembre de 2024
Actualidad

«Sin caridad tienen poca vigencia las hermandades»

José Antonio Fernández Cabrero, hermano mayor de la hermandad de la Macarena, habló anoche de caridad en la basílica de Nuestra Señora de las Angustias

Didáctica, instructiva, amena y útil fue la conferencia que ayer pronunció José Antonio Fernández Cabrero en la hermandad de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada. Una charla que tuvo como eje la «gestión de la Caridad en las hermandades» y a la que asistieron también representantes de otras hermandades de la ciudad, como la Borriquilla, la cofradía del Cristo del Consuelo, la Soledad de San Jerónimo, Trabajo, Rescate y Aurora, además del consiliario de la Federación de Cofradías, José Gabriel Martín y el párroco de la de las Angustias, Blas Gordo.

«En mi condición de hermano mayor lo único que me puede mover es la acción social de la cofradía. Los pobres los tendréis siempre con vosotros, nos dijo Jesucristo  y he querido centrarme en esa idea como una acción que debemos afrontar para que los necesitados sean cada vez menos», dijo el hermano mayor de la hermandad hispalense de la Esperanza Macarena en la Sala Capitular de la hermandad patronal granadina. Había sido presentado por el archivero de la hermandad, Manuel Amador Moya, recordando las «cosas que unen Granada y Sevilla en el arte y en la religiosidad». Fernández Cabrero señaló que «las hermandades nos tenemos que dar cuenta que las tres bases de una cofradía, el culto, el apostolado y la caridad, no reparten por igual el porcentaje del 33.33 por ciento en cada una de ellas. A la caridad le dedicamos poco y a la caridad, menos», apuntó para completar diciendo que «debemos cambiar mucho eso porque si no estamos pendientes en las hermandades de la gestión de la caridad tendrán poca vigencia las cofradías y se quedarán en la nada».

Afirmó el hermano mayor, que estuvo acompañado por el de las Angustias, Antonio González, que ciertamente cada vez es mayor el compromiso pero «a todas luces insuficiente» apostillando que «hay personas que, dentro de una hermandad saben ayudar mejor que otras. El hermano mayor cuando se fija en la constitución de la junta de gobierno busca a los ideales para cada cargo y el de caridad muchas veces se escoge con poco criterio». Dijo que para ayudar no basta con querer sino que hay que saber ayudar. La caridad no es la limosna. La limosna es caridad pero es una arista de la caridad, pero es mucho mas la caridad. La limosna es una de las aristas y el resto las tenemos que descubrir nosotros y practicarla nosotros.

Una interesante charla en la que supo atraer la atención de los asistentes que llenaron la sala capitular del templo y en la que se debatió también con los asistentes para conocer a fondo principios por los que han de moverse los intereses de una cofradía o hermandad a la hora de afrontar el gasto del presupuesto destinado a caridad «o a la solidaridad, lo importante es ayudar aunque para un cristiano la caridad está perfectamente definida por el amor que se ha de poner en cada acción asistencial».