Eucaristía, fiesta de la Candelaria, «llamá» y costaleros/as de honor en la cofradía de la Soledad y Descendimiento del Señor

La iglesia conventual de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora Santa María, del Real Monasterio de San Jerónimo, acogió ayer el acto simbólico de la primera «llamá» a los costaleros y costaleras de la cofradía. Fue al término de la celebración cuando se dió la «llamá» pero antes el consiliario de la Federación de Cofradías, José Gabriel Martín, presidió la Eucaristía. Este hermandad de penitencia no tiene en la actualidad consiliario debido a la dimisión que presentó en noviembre pasado el director espiritual Miguel Córdoba Salmerón. Después de la misa de hermandad el sacerdote oficiante se trasladó hasta la capilla de los Titulares de la hermandad y subieron al altar algunos de los niños y niñas para besar el manto y pedir la protección de Nuestra Señora en la festividad de la Candelaria.

Después llegó el momento de la llamá que ofreció el consiliario federativo recordado que «esta llamá es también a la solidaridad de todos para que seamos iguales y busquemos esa otra igualá en nuestras vidas». Tras el acto simbólico se procedió a la entrega del nombramiento como Costaleros y Costaleras de Honor. Parte de la cuadrilla del Señor del Descendimiento estaba presente y su capataz Miguel Leyva fue el encargado de nombrar a Emilio José Aguilera Gómez para recoger esta distinción. Después, la capataz del paso de la Virgen, Laura Coca, y ayudada por su equipo de auxiliares anunció que «como es dificil este año designar este nombramiento hemos pensado que todos y todas los costaleros y costaleras de la Virgen de la Soledad que participaron en la salida y regreso de la Virgen con motivo del Reconocimiento de Coronación Canónica del primero de noviembre, eran merecedores de esta distinción. Todos los presentes en ese momento en el monasterio recibieron un documento con ese nombramiento.