María preside el centro del cartel de la cofradía de Santa María de la Alhambra, obra del veleño Ignacio Rangel.
Un joven cofrade de la hermandad, Arturo Olivares, realizó una presentación puntual, comedida y explícita, muy ilustrativa, de la obra
«Desde hace once años venimos presentando este cartel. Me complace veros a todos en este salón de plenos del Ayuntamiento de Granada a quien agradezco su cesión», señaló el vocal de Juventud de la cofradía de Santa María de la Alhambra, Adrián Alza. Una convoctoria que llenó el salón municipal y que estuvo presidida por la concejala de Juventud, Sandra Rodríguez, acompañada por el vocal y miembros del grupo joven de la hermandad, además del autor de la pintura que preside el cartel, Ignacio Rangel de Arias, natural de Vélez – Málaga. Arturo Olivares, presentador del cartel, fue a su vez presentado por el del pasado año, Darío Granero.
Arturo Olivares desarrolló una presentación bien estructurada, habló de sus sentimientos en el Sábado Santo y su evocación de ese día junto con el trabajo del Grupo Joven de la hermandad. Tuvo palabras de gratitud a quienes le han ayudado a ir formándose como cofrade alhambreño y de la disponibilidad de la hermandad para ayudar «en la pandemia y más recientemente con la tragedia y Turquía y Siria en la guerra de Ucrania con una fe que no se cruza de brazos ante los hermanos». Aseguró que «la hermandad somos todos y cada uno de nosotros» tomando varios texto bíblicos y evangélicos para apostillar el sentido de la fe para un joven de su edad. «María y Cristo está en representada en esta maravilla de cartel de Ignacio Rangel» señaló, apuntando que es un cartel en el que «podemos observar en primer plano la talla de Ruiz del Peral, nuestra Madre, sosteniendo a su Hijo recién bajado de la Cruz, dibujados con una precisión y una calidad sorprendente». describió el espacio en el que está concebido «el patio de los Leones de la Alhambra y las yeserías de sus arcos forman parte del conjunto, destacando «a los pies de la imagen la figura de un joven niño de pocos años de edad, ataviado a la usanza de las vestimentas de los monaguillos de nuestra hermandad simbolizando así la importancia de la juventud para ésta», señaló el presentador del cartel. Habló de lo que supone la juventud «como futuro de nuestra hermandad y de todo el catolicismo y por tanto necesaria para mantener vivas nuestras tradiciones. Al fondo, destacan tambien la representación de la luna en creciente y el menguante señalando el alfa y la omega de Cristo en nuestras vidas «porque Cristo lo ocupa todo de principio a fin», las estrellas que se precipitan del cielo forman «una bóveda de costalaciones a los pies de la Madre».
Un cartel que fue muy aplaudido y que recibió el reconocimiento de los hermanos de la corporación nazarena del Sábado Santo.