Miércoles de Ceniza: La cuenta atrás de la Cuaresma.
El Miércoles de Ceniza ya es una realidad. Como el ventanal abierto a cuarenta días que rozan el sueño de muchos; la mirada ilusionante del niño que mira el pabilo encendido o los ojos del anciano que rememora cuaresmas llenas de juventud, misterios e imaginaciones por llegar. Símbolo y seña de una jornada que, de tanto esperarla, termina llegando aún sea por cansancio. Vienen días de ayunos y abstinencia, de amistades que se bordan en el seno de una hermandad, al calor de la llama de un cirio o en las largas hileras de un víacrucis silencioso en el que sólo se habla con la mirada y se escucha el roneo de un llama que juega a fundirse con su cera. Son días de trabajo y noches de cansancio. Días de espera y de compartir, de papeletas de sitio y de la hora en punto para el día del quinario. Días de vísperas y de sabor a roscos fritos, torrijas y pestiños.
Es la cuaresma que estrenamos hoy como si fuera la primera de nuestras vidas porque agachamos la cabeza para el perdón y la penitencia sea vivirla con intensidad. Bienvenida cuaresma…. pasa lenta, muy lenta, con el balbuceo juguetón del carboncillo que arde sin querer llegar a consumirse. Pasa lenta, muy lenta que nos de tiempo a disfrutarla como si fuera la primera de nuestras vidas.
Feliz cuaresma a todos ¡¡¡