23 de noviembre de 2024
Actualidad

«Para ser costalero lo primero que hay que ser es cristiano».

José Manuel Franco Amador pronunció el cuadragésimo segundo pregón del Costalero de Granada en el Patio del Ayuntamiento

La «Granada Costalera» está ya pregonada. Fue el domingo y fue por la voz y los sentimientos de José Manuel Franco Amador, autor de un pregón lleno de sentimientos que dedicó a su compadre Antonio Collantes que escuchó el pregón desde el cielo. Un texto en el que la familia, la amistad, el compañerismo debajo de las trabajaderas, la ilusión por una nueva Semana Santa y todo el universo costalero estuvo presente en la hora de lectura del pregón. Se celebró en el patio del Ayuntamiento de Granada, contando con la presidencia de la concejala de Juventud, Sandra Rodríguez, y del presidente de la Federación de Cofradías, Armando Ortiz, además de los ediles populares Luis González, Eva Martín, Carlos Ruiz Cosano e Inmaculada Puche, además de la concejala de Vox, Paloma López.

El pregonero, que había sido presentado al alimón por su primo y su hermano, habló de sus comienzos “cuando la técnica no existía, lo importante era llegar y la palabra relevo era desconocida”, allá por la década de los ochenta. “Abrir el corazón y contar desde la más absoluta humildad, respeto y cariño lo que mi corazón quiere contar” era la intención del pregón y tiró para ello de su oficio veterano como costalero. Refirió de un compromiso con la hermandad durante todo el año o “porque ciertamente somos unos hartibles de la ropa, del costal, de la faja y del oficio”. José Manuel Franco reconoció que “nos gusta mucho hablar pero sobre todo compartir nuestra pasión” y recordó el trabajo de los capataces“a los que fuisteis y a los que sois en la actualidad, por vuestro tiempo y vuestras enseñanzas”.

El pregonero, en esta cuadragésimo segunda edición también recordó a pregoneros ilustres de la figura del costalero y la costalera en nuestra ciudad y aseguró que “el costalero sabe perfectamente cual es su cometido y está dispuesto a entregar todo lo que tiene para pasear a la imagen a la que le reza todas las noches”, habló del “mimo y el mucho cariño” que ponen bajo la trabajadera “aguantándole los tiempos para que no se vaya el son que le imprime un son al andar de su paso”. Ser costalero, indicó, “es un sentimiento, una forma de ser y de vivir, de entender la Semana Santa y la vida de una forma distinta y única. Es algo más que ponerse un costal o vestirse de costalero. Es ser los pies del Señor o de su Madre, una forma de vivir la fe”. También puso de manifiesto su compromiso cristiano y de fe porque «para ser costalero lo primero que hay que ser es cristiano».