Granada acompañó al Santísimo Sacramento en una procesión amenazada por la meteorología

El Cabildo de la Catedral se arriesgó, fue valiente y determinó celebrar la procesión del Corpus. De manera más ágil de la habitual pero manteniendo las principales características de cada año se desarrolló la procesión aunque con la ausencia de altares, sillas en el recorrido, sin participación de banda y tropa del Ejército de Tierra y con menos participación de público que si que fue notorio debido a que pocos pensaban que se podría desarrollar esta cita granadina con más de quinientos años de historia.

Una celebración presidida por el Arzobispo de Granada, monseñor Gil Tamayo quien vivió por primera vez esta celebración en Granada y que a pesar de las circunstancias extraordinarias manifestó a nuestra redacción que se encontraba «enormemente sorprendido por la participación de  los granadinos tanto en la Eucaristía previa como en la procesión» y señaló que observo «cómo los granadinos han sabido conservar la fe de sus mayores y la ha alimentado».