Ignacio Fernández-Aragón es el diseñador de las primeras potencias para el Cristo en su Sagrada Lanzada
El cabildo de hermanos aprobó su realización
Celebrado el cabildo general de hermanos en la noche de ayer quedó aprobada la realización del primer juego de potencias para el Santísimo Cristo en su Sagrada Lanzada, obra diseñada por Luis Ignacio Fernández-Aragón y a propuesta de la Comisión del XL Aniversario de la Constitución de la Hermandad. Estas serán las primeras que la imagen cristológica posea, enfatizando el carácter divino de la talla. Simbolizan así la plenitud en la gracia, la omnipotencia (lo puede todo) y la omnisciencia (facultad de saberlo todo).
Respecto al diseño, se ha optado por una potencia clásica: la parte superior, se compone únicamente de rayos, y no se entremezcla con ningún otro elemento decorativo que pueda distorsionar la relevancia y el protagonismo del resplandor. De hecho, cada uno de los rayos es independiente, y están “al aire”, lo que favorecerá la vibración de los mismos mientras el Crucificado esté procesionando sobre su paso de Misterio.
La parte inferior se configura de modo que quede un espacio central en el que introducir los símbolos Alfa y Omega, además del Crismón, representación del Cristograma o monograma de Cristo, compuesto por las letras X y P al tratarse de las dos primeras del nombre de Cristo en griego.
El orden de las potencias sería a la izquierda el Alfa, después el Crismón, y a la derecha la Omega. Continuando con la descripción de la parte inferior, pretende no restar protagonismo al resplandor, que de hecho, parte del centro mismo de ésta. Está conformada por diferentes piezas decoradas con hojas de acanto, combinándose las partes doradas y plateadas, estando decoradas estas últimas por piedras semipreciosas transparentes tipo circonita. Además, entre los elementos decorativos destacamos la presencia de espigas y uvas, dado el carácter Sacramental de la Hermandad, y la relación del vino Consagrada por la Sangre derramada por Cristo en el Sacrificio de su Crucifixión.