Los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno tomaron nota del informe final de organización de la magna
Serias discrepancias se manifestaron ayer en la reunión mantenida entre la junta de gobierno de la Federación de Cofradías y los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno para que Emilio Berenguer dispusiera y expusiera el dossier completo y definitivo de la procesión magna «La Pasión según Granada para la Nueva Evangelización» que tendrá lugar el 14 de octubre. Se inició con una llamada al orden del presidente Armando Ortiz por los comentarios expresados en algunos lugares y las discrepancias exhibidas sobre la organización del evento y de manera especial fue crítico con el comunicado de dos floristerías sobre el tiempo concedido desde la Catedral para el retoque o montaje de flores que habrá de hacerse antes de la apertura al turismo de la Catedral a las diez de la mañana del 14 de octubre. Se deberá hacer entre las seis de la mañana y las diez, como situación límite y ante cualquier propuesta contraria esta es la disposición de los responsables catedralicios que hay que cumplir.
Se informó sobre los datos generales cerrados en la mañana de ayer con el Ayuntamiento de Granada, indicándose en el dosier que no será posible en ningún caso y en cumplimiento de las Ordenanzas Municipales el acompañamiento musical matutino. Algo que hizo discrepar a varios hermanos mayores pero que no tiene posibilidad de cambio en cumplimiento de la normativa vigente. En el dossier se especifica que el responsable de la organización de los traslados de los días 11 y 12 de octubre será competencia del vocal de Horarios de la Federación de Cofradías, Emilio Berenguer, así como el desarrollo de la procesión magna. Sin embargo sus funciones concluyen en en la Acera del Darro a la altura de la calle Puente Castañeda, por lo que los regresos son competencia de las hermandades y el plan de seguridad municipal.
Fueron varias las intervenciones pero una de las de mayor calado fue la protagonizada por el hermano mayor de la cofradía del Cristo de los Favores y el propio presidente por el lugar en el que figura el Cristo de la parroquia de San Cecilio en el cortejo magno, el número 18, cuando al parecer se había acordado que lo haría un puesto más atrás y por delante iría el Cristo de la Redención. El hermano mayor realejeño argumentó motivos de antiguedad lo que la presidencia desmintíó haciendo que el enfado del hermano mayor le llevara a abandonar la sala.