El Rocío dedica una capilla en su casa de hermandad para conservar y custodiar su Carreta del Simpecado
La hermandad de Nuestra Señora del Rocío, de Granada, vivió ayer una jornada memorable con la celebración de sus tradicionales cultos mensuales en la parroquial de San Pedro y San Pablo y la posterior reinauguración de su casa de hermandad de la calle Tiburón, en la Chana. Un espacioso lugar que sirve también de convivencia, actividad social y recreo de la hermandad de gloria, que además une a su actividad la ubicación de un nuevo espacio dedicado a capilla para la Carreta del Simpecado de la hermandad. «Hemos realizado las obras necesarias para que se disponga de esta amplitud y se destine a la conservación de la carreta, que es una de las prioridades en la conservación del patrimonio de la hermandad tan necesario para reconocer el trabajo realizado durante años para tener la carreta y conservarla para el futuro», señala a GRANADA COFRADE el hermano mayor de la corporación letífica, Alfredo Alcalde. En un lateral de la casa de hermandad se ha habilitado la capilla a la que resta aún algunos cortinajes y las candelas que la cerrarán. Además «se ha ampliado la parte del bar uniéndola al resto de la casa de hermandad para que sea más funcional y se pueda cerrar cuando hay otras actividades en el salón de actos multifuncional de la casa», indica el mayordomo de este año, Luis Carlos Oriol.
Estaba todo dispuesto y comenzó el acto con la lectura del pregón de Navidad que corrió a cargo de Antonio Sánchez Ramírez, hermano mayor honorario de la hermandad, fundador de la misma y un conocido pregonero granadino. Antonio Sánchez exaltó las fiestas que nos restan por venir y recordó la importancia «del Nacimiento del Divino Pastorcillo» recreando con su poesía las vísperas de la llegada del Niño Dios, con María y San José, y recordado el final «de amargura y Pasión que está previsto para nuestra redención», apuntó el pregonero.
Después llegó el momento de la bendición de la capilla, que corrió a cargo del párroco y consiliario Manuel García Gálvez. Con posterioridad se celebró un almuerzo de hermandad dentro de la sede social de esta hermandad de gloria que ve alcanzado «una ilusión que teníamos desde hace tiempo para afrontar estos cambios», según señaló el hermano mayor. Alfredo Alcalde felicitó a los hermanos por su dedicación y participación en la última peregrinación de la juventud a la aldea del Rocío y la de septiembre de las mujeres de la hermandad», hechos que calificó de «una extraordinaria convivencia que es muy necesaria para todo rociero».