23 de noviembre de 2024
Actualidad

El malagueño Sebastián Marchante ha sometido a restauración los respiraderos del paso del Cristo de San Agustín

Respiradero del Cristo de San Agustín restaurado por Sebastián Marchante. Foto Hdad.

Los respiraderos del paso procesional del Santo Crucifijo de San Agustín han sido sometidos a un proceso de conservación, encaminado a solventar alteraciones, en función de su uso, creando las piezas necesarias para completar el bordado y enriquecer el resto del conjunto, desde el más estricto respeto al diseño original, con el traspaso y restauración, según las exigencias de funcionalidad y uso para el que fue concebido. El tratamiento de los respiraderos, tras un estudio previo, se han centrado en realizar un control de biodeterioro con limpieza superficial y química. Se ha procedido a la humidificación para alineado y corrección de deformaciones con separación de las diferentes capas de terciopelo que se encuentran bajo el bordado, y eliminación de los restos de pegamento del perímetro de la red que la unían al terciopelo. Montaje del paño de terciopelo y colocación mediante costura de la red, que la unían al terciopelo. En el taller de Sebastián Marchante se ha realizado todo el trabajo en el que se ha procedido al bordado de nuevas piezas para las esquinas y sección del galón necesario hasta las esquinas, empleando la misma técnica y material. En esta intervención también se ha procedido al traspaso de los bordados perfilando todas las piezas, (los bordados y el resto de elementos decorativos se sitúan en el mismo lugar que el anterior), la fijación de hilos y elementos sueltos y la fijación de los paños sobre un bastidor de aluminio que facilite la disposición en el paso y en el lugar de almacenamiento.

El equipo técnico del taller dirigido por Sebastián Marchante Gambero, agrupa a profesionales formados en distintas universidades de Madrid, Granada y Valencia, relacionados con Conservación y Restauración y Restauración de Bienes Culturales, Historia del Arte y Bellas Artes.

Los respiraderos se estrenaron el 17 de abril de 2000, en la delantera y trasera, con diseño de Antonio Dubé de Luque, realizado por el cordobés Antonio Villar Moreno, bordado en plata sobre malla del mismo material. En el año 2003 se vuelve a acometer la remodelación del bordado de este respiradero, por César Gómez Höhr y en el año 2004 se completa con el bordado de los respiraderos laterales siguiendo el diseño de Dubé. Se concluyó este trabajo con el bordado de cuatro corbatas para el respiradero del paso del Señor, por César Gómez-Hörh, siguiendo el mismo diseño del respiradero.