«El Señor ha regresado con una mirada más dulce»
Nueva impronta del Señor de la Humildad después de la restauración realizada por Óscar Martín
«La peana presentaba una grieta transversal que se ha tenido que sanear y tapar porque revestía cierta gravedad en caso de que se siguiera abriendo o se rompiera la superficie de la peana, pero se ha podido subsanar, se ha reforzado y en realidad el Señor en su soporte se encontraba bastante bien», ha referido a GRANADA COFRADE el restaurador granadino Óscar Martín del Pozo, quien ha señalado también que era una de las preocupaciones mayores para el cabildo de hermanos cuando se aprobó la restauración que se presentó ayer por la tarde expuesta la imagen para la veneración de los fieles y hermanos. En una de la capilla de Santo Domingo se podía contemplar la talla «cuya atribución podría estar en torno al taller de los Mora por las distinta similitudes que tiene con algunas de las imágenes suyas pero que también podría estar en el entorno de Ruiz del Peral». El restaurador afirmó a nuestra redacción que con el informe del restaurador Francisco Marín Cruces de hace veintinueve años y el que entregará a la hermandad el domingo próximo tras la exposición del proceso «podría algún historiador profundizar en la hechura y la atribución real de la imagen que nosotros como restauradores no nos atrevemos a pronunciarnos».
Lo que más sorprendió ayer a los hermanos y cofrades que en gran números visitaron el templo de Santo Domingo fue encontrar la talla con pestañas, cosa que antes no tenía y que ha repuesto Pablo Fernández Hurtado, escultor y artista granadino. También llama la atención de manera positiva la existencia de espinas en la corona. «Es una corona original de la época de la realización de la imagen, de cordel, que se ve que en su día tuvo espinas añadidas pero que debieron ir perdiéndose y tan sólo se conservaban algunas pocas. Hemos podido conseguir de Cádiz» recuerda el restaurador. La imagen se encontraba en buen estado en líneas generales, no tenía repintes ni ataque de xilófagos por lo que la tranquilidad era máxima. En tan sólo dos meses y un día se ha conseguido afrontar la limpieza pormenorizada, eliminar algunas grietas y reponer la policromía sin afectar a la imagen en nada más. «Estamos muy satisfechos por el resultado del trabajo desarrollado y la mayoría de los hermanos así nos lo trasladan», indicó el hermano mayor, Germán Bolivar, a nuestra web. «Ha sido un trabajo muy agradecido que ha afrontado Óscar Martín, sigue siendo el mismo y hemos descubierto gracias a la limpieza determinados detalles de la policromía que estaban perdidos y ahora parece que tiene una mirada más dulce. Ahora resalta más la presencia humana del sufrimiento de Jesús». Bolivar manifestó su preocupación por la reposición de las pestañas «ya que actualmente no hay ningún hermano que recuerde al Señor con pestañas y teníamos reparo para resolverlo, pero afortunadamente ha quedado muy bien y resalta más su semblante y su mirada», asegura el máximo responsable de la cofradía.
El restaurador aseguró que «tras veintinueve años después de la restauración anterior me quedo tranquilo para que la imagen perdure en el tiempo. El soporte es madera, está en movimiento, en las iglesias hay humedad y hace calor y es inevitable que la madera tenga movimiento y con estas restauraciones se tiene que tratar de prolongar su vida al culto público durante muchos años».