Autorizada la salida del Dulcísimo Nombre de Jesús de la Sacramental del Sagrario para el 4 de enero.
La imagen del Dulcísimo Nombre de Jesús de la Muy Ilustre y Venerable Hermandad del Dulcísimo Nombre de Jesús y Santísimo Sacramento de la Santa Iglesia Catedral de Granada saldrá por primera vez a las calles de la ciudad. Lo hará en la tarde del próximo 4 de enero de 2025 con motivo de la conmemoración del V Centenario Fundacional de esta Hermandad Sacramental y procesionará por las calles del entorno de la Parroquia del Sagrario-Catedral y las principales calles del centro de la ciudad. La Hermandad Sacramental del Sagrario de la Catedral de Granada se constituye durante los primeros años después de la reconquista de la ciudad por los Reyes Católicos e incluso antes de que se consagrara la mezquita mayor como Catedral.
Las primeras actividades de culto Eucarístico se las debemos a los hermanos que se congregaban en torno a una capilla dedicada al Smo. Sacramento en el antiguo Arco de las Orejas que mandó construir el canónigo Millán Olivares de Ávila para honrar la festividad del Corpus Christi, tras la licencia del arzobispo Fray Hernando de Talavera y del Señor Conde de Tendillas, Alcaide Mayor de la Alhambra y de la Justicia y Regimiento. Según la documentación, dicha capilla fue terminada a principios de julio de 1507. Entre aquellos congregados se encontraba la Venerable Sierva de Dios, Teresa Enríquez de Alvarado, popularmente conocida como “La loca del Sacramento”, quien consiguió de S.S. Julio II la bula “Pastoris Aeternis”, en la que el Papa le concede una serie de ruegos, entre los que estaba el de erigir hermandades sacramentales en todas las parroquias de los reinos de Castilla y Aragón. Siendo así la primera de ellas, la fundada por ella en la Colegiata de Torrijos (Toledo) en el año1508. Entre las muchas mercedes que recibiera su esposo, Gutiérrez de Cárdenas, por parte de los Reyes Católicos, destaca la jurisdicción de Marchena y el nombramiento de su hijo Diego de Cárdenas y Enríquez, duque de Maqueda, como adelantado Mayor del Reino de Granada. Esto le obliga a residir durante estos años en la ciudad homónima y, en consecuencia, Teresa Enríquez de Alvarado sentirá un fuerte vínculo con Granada.
Francisco Henríquez de Jorquera señala en sus Anales de Granada que, tras el fallecimiento del canónigo fundador de esta Hermandad, la familia Millán Olivares siguió favoreciendo la actividad de esta archicofradía. Así se demuestra en el libro viejo de la hermandad. Entre otras cláusulas le dejó al Hermano Mayor de esta hermandad, tres ducados de censo perpetuo para costear su enterramiento, el acompañamiento de la hermandad al mismo y se celebraran misas en sufragio de su alma.
Otro hecho que vincula a esta Hermandad al año 1507 es su doble título de Dulce Nombre de Jesús y Santísimo Sacramento, ya que como indicaba la lápida del Arco de las Orejas, se hizo con licencia de Fray Hernando de Talavera, que bien es conocida su devoción al Dulce Nombre de Jesús. Tal era su devoción, según Bermúdez Pedraza, que “Fue tan devoto del Dulcísimo Nombre de Jesús, que ponía las rodillas en el suelo cuantas veces lo decía o lo oía decir siguiendo la doctrina de San Pablo”.
Aunque el origen fundacional de esta hermandad son los primeros años del siglo XVI, no fueron aprobadas sus Reglas hasta el año 1525. La llegada del emperador Carlos I y la emperatriz Isabel de Portugal el 4 de junio de 1526 supuso la consolidación definitiva de la conquista y la pacificación del culto cristiano en la ciudad. Prueba de ello fueron los grandes festejos que se organizaron por cristianos y moriscos de la ciudad. Fue en este momento cuando empezaron a legalizarse las anteriores situaciones de interinidad.
En el caso de esta hermandad se aprobaron definitivamente sus Constituciones un año antes, en 2025. Una vez adaptada la antigua mezquita mayor al culto cristiano, esta hermandad se traslada a la capilla destinada como Sagrario de la recién fundada Catedral. Este traslado fue justificado para que de una manera oficial y permanente sirvieran al Santísimo y lo acompañaran dignamente, junto al Cabildo de la Catedral, en las procesiones solemnes como la del Corpus y su Octava o en las del Jueves y Viernes Santo, así como en las del Viático para los enfermos.