24 de abril de 2025
Actualidad

Los capataces del Silencio recorren medio siglo de historia costalera

La Cofradía del Silencio se encuentra celebrando sus primeros 100 años de existencia. Una cifra redonda que invita a hacer una retrospectiva, revisar de dónde venimos y tratar de atisbar hacia dónde se encamina su futuro. Con este espíritu, la Cofradía de la Madrugada granadina ha reunido, en una mesa redonda, a los capataces que han guiado el paso del Santísimo Cristo de la Misericordia desde el fin de los costaleros profesionales, allá por 1979, hasta la fecha. Una cita que, en palabras del Hermano Mayor de la corporación, tiene mucho de “homenaje hacia todos los capataces que pusieron su granito de arena para hacer de la cuadrilla del Silencio un referente en el mundo de la costalería granadina”.

La mesa redonda se desarrolló en la Casa de Hermandad de la corporación y concitó el interés de numerosos cofrades granadinos, muchos de los cuales habían pasado por las trabajaderas del Señor de la Misericordia a lo largo de estos casi 50 años de trabajo costalero. Pepe Carvajal, Antonio Méndez García, José Ibáñez, Joaquín Cros, Javier Cros, Alberto Ortega y el actual capataz, Curro Jiménez-Herrera, hicieron una primera ronda de intervenciones donde recordaron su periodo. Un recorrido por casi medio siglo en el que no pudo estar presente, el capataz Francisco González.

«Sacamos tres pasos en 24 horas»

Uno a uno, los asistentes, fueron desgranando anécdotas y vivencias, comenzando por los inicios en 1979, cuando la Cuadrilla de la Santa Cruz, comandada por Pepe Carvajal, sacó por primera vez al Señor de la Misericordia en sustitución de los denominados “costaleros profesionales”. Un año en el que recordó: “Sacamos tres pasos en 24 horas con una cuadrilla de chavales de 16 años”, rememorando cómo hicieron estación de penitencia con el Señor del Silencio, llevaron a la Soledad de Nuestra Señora al Campo del Príncipe e hicieron, nuevamente, estación de penitencia con el palio de la Virgen de la Misericordia.

Sin lugar a dudas, eran otros tiempos, como lo atestiguan las decenas de anécdotas compartidas. Una de ellas fue la que llevó a Pepe Carvajal a renunciar cuando la hermandad no acometió la reforma de la parihuela que presentaba las trabajaderas, a hombros, en madera sin forrar y zambranas a un palmo del suelo que impedían caminar con normalidad. Tiempos en los que, con menos medios técnicos y humanos, se escribieron algunas de las páginas más brillantes del mundo de la trabajadera en nuestra ciudad.

A lo largo de la velada se recordaron los diferentes recorridos de la hermandad, momentos que muchos de los presentes en la mesa y en el público vivieron en primera persona, como la subida a San Nicolás con las primeras luces del alba, o estampas difícilmente repetibles hoy en día, como el paso del Crucificado de la Misericordia por la Calderería Nueva.

Junto a esta mirada nostálgica y agradecida a quienes impulsaron el movimiento costalero en Granada, hubo también tiempo para revisar el presente y el futuro, valorando los presentes el momento especialmente dulce que vive el mundo del costal en nuestra ciudad.

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Informa Carlos Feixas / Redacción GRANADA COFRADE