Abel Velarde repasa y repara el paso de «La Borriquilla»
Como cada año, la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz ha llevado a cabo el mantenimiento del dorado del paso de misterio días atrás, una labor fundamental para garantizar su conservación y esplendor de cara a la próxima estación de penitencia. Para ello, la hermandad ha contado nuevamente con la experiencia del reconocido dorador Abel Velarde, quien, en los últimos años, se ha encargado de realizar esta delicada intervención, asegurando que el paso luzca en perfectas condiciones.
El proceso de mantenimiento ha consistido en una limpieza de la superficie para eliminar polvo y suciedad acumulada, así com0 retirar la cera de los candelabros para su protección. Se ha procedido a la restauración de desperfectos, como roces, manchas producidas por el contacto, golpes y grietas generadas por el propio movimiento de la madera y la acción de los pegamentos. También se ha dorado al agua con oro fino de ley, de fabricación italiana, los distintos desperfectos y se han bruñido con piedras de ágata, como es habitual en este tipo de trabajos, que realza el brillo «y la belleza del dorado del paso» como apuntan desde la hermandad de la parroquia de San Andrés.
El cuidado y conservación del patrimonio «es una prioridad para la Cofradía, que cada año invierte en la restauración y mantenimiento de sus enseres procesionales. La Junta de Gobierno destaca la importancia de preservar el patrimonio histórico y artístico de la Semana Santa, garantizando su legado para las generaciones futuras».
La Cofradía de «La Borriquilla» agradece «a Abel Velarde su minucioso trabajo y dedicación, que permite que el paso de misterio continúe siendo una de las piezas más emblemáticas de nuestra Semana Santa».