Jesús Nazareno de las Penas presidió el rezo del Vía Crucis de la cofradía del Santo Cristo de San Agustín, en el interior del monasterio contemplativo
Con flor en tonalidad moradas, blancas y malvas, con fresias, claveles y tulipanes, principalmente, se había dispuesto el adorno floral de las andas de Vía Crucis de la hermandad del Santo Crucifijo de San Agustín que, finalmente, no pudo realizar su salida por las calles del entorno del templo de clarisas franciscanas. A primeras horas de la tarde y ante la lluvia que caía y que amenazaba continuar, se determinó suspender la salida del Nazareno de las Penas y del cortejo de hermanos que era bastante participativo un año más. El director espiritual de la hermandad, el redentorista Francisco José Tejerizo Linares dirigió el rezo por la noche, después de que el capellán de la comunidad religiosa, Elías Alcalde, realizare la celebración de la Eucaristía en el interior del templo.
Las quince estaciones del Vía Crucis se rezaron por hermanos de la corporación que fueron seguidos por los miembros de la cofradía que llenaron totalmente el templo de la calle San Antón. La imagen de Jesús Nazareno de las Penas se había dispuesto en las andas de Vía Crucis vistiendo túnica morada y custodiada por cuatro hurricanes o guardabrisones con cera. Finalizó el rezo del Vía Crucis que se había realizado con el texto de varias reflexiones del Papa Francisco, a quien se tuvo en la oración de los hermanos de la cofradía del Santo Cristo de San Agustín.