La Cofradía de los Ferroviarios rezó su Vía Crucis en el interior de San Juan de Letrán
La lluvia obligó a la Cofradía de los Ferroviarios a suspender el rezo público del Vía Crucis, que estaba previsto para desarrollarse por las calles del barrio de Los Pajaritos. Poco antes de las siete de la tarde, hora prevista para la salida del cortejo, se reunió el Cabildo de Oficiales y, instantes después, se anunció la decisión a los hermanos. “En esta jornada, el objetivo es poder rezar el Vía Crucis junto al Señor, y la posibilidad de lluvia es muy alta, por lo que hemos decidido rezar en el templo”, manifestó el diputado mayor de gobierno al dirigirse a los hermanos congregados en el templo de San Juan de Letrán.
Tras la suspensión del culto público por las calles del barrio, dio comienzo el rezo de las catorce estaciones en el interior de un templo completamente lleno de devotos del Señor de la Buena Muerte. El encargado de presidir el rezo fue Antonio Jesús Pérez Martínez, consiliario de la Hermandad.
La imagen del Crucificado de la Buena Muerte se encontraba situada a los pies del presbiterio, exornada con claveles y flores en tonos rojos y morado, escoltada por su cuerpo litúrgico.
Acompañaron el piadoso acto el trío de capilla de la Banda de los Ángeles y la Coral de la Parroquia del Espíritu Santo, que interpretaron pequeñas piezas musicales y una selección de cánticos litúrgicos.