El Jueves de Corpus Christi recuperó los Seises en una jornada de calor y participación

Tras la Eucaristía de las 9 de la mañana en el interior de la Catedral, ampliamente seguida por un número importante de fieles que desde primera hora de la mañana esperaban pacientes que el templo metropolitano abriera sus puertas, dando inicio así a las celebraciones del Corpus, se ponía en las calles de la ciudad el cortejo que llevaría al Santísimo de nuevo a todos los granadinos, viviendo así uno de los días grandes del calendario y el motivo central de las fiestas en honor al Corpus Christi.
Un amplio cortejo precedía al paso de la Custodia, integrado por las hermandades de penitencia, Gloria y sacramentales, además de seminaristas, clero y los Cabildos de la Abadía del Sacromonte, de la Capilla Real y de la propia Catedral. Como novedad este año, una tradición felizmente recuperada, la de los seises, un grupo de 10 niños de entre 9 y 11 años que antecedían el paso y que danzaron en el interior de la Catedral ante Jesús Sacramentado una vez finalizada la Eucaristía, expuesto en el Altar Mayor y en en una Custodia de mano.
La hermandad Sacramental del Sagrario participaba en la procesión tras el propio paso de la Custodia y del arzobispo, José María Gil Tamayo, portando el palio de respeto habitual y siendo también amplia la representación de la misma, con su hermano mayor al frente, Emilio Martos. La Banda Municipal de Música no cerraba el cortejo como venía siendo habitual hasta ahora, sino que en un intento de que las propias marchas procesionales, de corte clásico y Eucarístico, se escuchasen tras el paso, fue alterado el protocolo para situarla mucho más cerca de su Divina Majestad, alternando su música con la de la fanfarria de metales y el coro que antecedían el paso.
Cerraba el cortejo la representación de las diferentes autoridades civiles y militares de la ciudad, senadores y diputados autonómicos, con la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía al frente, Rocío Díaz, así como Francisco Rodríguez, presidente de la Diputación Provincial, y Marifrán Carazo, alcaldesa de la ciudad, cada uno en representación de la correspondiente institución y encabezando el pleno de la misma.
Cuatro altares se levantaron a lo largo del recorrido de la procesión, un número mucho menor que en años anteriores, en una jornada en donde también se puso de manifiesto el cada vez menor adorno de la ciudad para esta festividad, con ausencia de alumbrado festivo más allá de Gran Vía. Los altares, instalados por la hermandad del Nazareno en Pasiegas, Asociación de Nuestra Señora de la Granada en Mesones, muy cerca de la hermandad de la Cabeza, también en la misma calle, y la cofradía de la Esperanza en Reyes Católicos, aportaron solemnidad a la fiesta y un breve receso a la cuadrilla de costaleros sacramentales, capitaneados por José Carvajal Linares, con el capataz invitado del presente año, Luis Gallegos.
El paso de la Custodia, que permaneció en la calle por un espacio algo inferior a las dos horas, iba adornado por diferentes tipos de flor en color blanco, con amplios centros de gladiolos en las esquinas.
Jesús Sacramentado hacía su entrada en la Catedral cercanas las una y cuarto del mediodía, concluyendo así la procesión del Corpus del presente año, que no por ser más tardía y con más calor, fue menos extensa o más rápida. Aún así, las calles volvieron a estar llenas de granadinos que, de nuevo, arroparon al Santísimo Sacramento en su cita anual con la ciudad.
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Informa Manuel Tabasco Redacción GRANADA COFRADE