Participativo víacrucis de la Federación de Cofradías con la Oración en el Huerto
Muy participativo el cortejo y vía crucis de la Federación de Cofradías de Granada en el acto religioso celebrado anoche en la Catedral, con la presencia del deán, Juan Gutiérrez y del canónigo, Antonio Muñoz. La comitiva religiosa había partido a las ocho menos cuarto de la noche rodeada de numeroso publico que esperaba desde rato antes la salida del Señor de la Oración en el Huerto de los Olivos. Primero, las andas en las que se portaba la venerada imagen se presentó a la comunidad contemplativa de religiosas comendadoras y después hacía su presencia en el atrio del monasterio, a oscuras y dentro de un ambiente de respeto y recogimiento. Acompañaba la capilla de música «Cristo de la Paz» y el coro «Santa Cecilia» de la Catedral de Granada.
Sesenta y seis parejas de hermanos de la corporación y de otras cofradías que participaron en el mismo, amén de los hermanos mayores que formaron tras el guión federativo, integraban el cortejo. En la presidencia, los exhermanos mayores Manuel García y Manuel Cañavate, junto al actual hermano mayor Mariano Sánchez y el presidente de la Federación de Cofradías, Jesús Muros. El cortejo discurrió por un itinerario al que no faltó originalidad, sobre todo al paso por la calle Oficios o en el regreso por calle Tinte y Zacatín, Corral del Carbón o Placeta de Tovar, sitios muy céntricos pero poco dados a recibir cortejos de hermandades.
Se rezó en el interior del templo el vía crucis de las Hermanas de la Cruz, de la JMJ de 2011, alrededor del interior de la Catedral y marcadas las estaciones con cruces portadas por jóvenes de las cofradías. Dos faroles con cera de la propia hermandad eran los encargados de turnarse para marcar la estación que se rezaba junto a la cruz. Las andas eran portadas por costaleros de la hermandad a las órdenes de Juan López y habían sido adornadas con clavel y lietrix morados, cardos y estátice, además de pequeñas ramas de olivo. Se estrenaba el canastillo de las mismas, guardabrisones, navetas y otros pequeños enseres, en esta ocasión.
Al término de la celebración regresó el cortejo entrando en Santiago a las once y veinte de la noche, portado por las hermanas de la cofradía y en su su sede, poco después.