«Nunca perdáis la ilusión», dijo Jorge Aranda Rodas a los jóvenes cofrades granadinos
«Nosotros dejamos de jugar a la Semana Santa para enseñarle a los más pequeños cómo se juega, con amor, conciencia y corazón», decía anoche el pregonero de la Juventud Cofrade de Granada, Jorge Aranda Rodas. Ante un Salón a Actos de las Mercedarias totalmente lleno de público, el joven hermano de la cofradía de Jesús Despojado, desgranó un pregón lleno de ternura, de llamadas a la conciencia, de amor a la Semana Santa y, ciertamente crítico para con la actitud de muchos mayores. Reclamó la presencia de los jóvenes «para tenderle una mano a nuestras juntas de gobierno».
El pregonero, de trece años de edad y estudiante del colegio de los Agustinos, llamó la atención a los adultos y a los jóvenes diciéndoles a todos que «nunca pierdan la ilusión». Recordó momentos de su vida cofrade, desde la felicitación de la hermandad de Jesús Despojado por su nacimiento, hasta este momento, agradeciendo a sus padres Julio e Inma «todo lo enseñado en su vida cofrade» y reconoció «la suerte de haber nacido cofrade». Señaló que ha vivido coronaciones y actos extraordinarios y sin duda el más importante «la JMJ en la que participó Jesús Despojado en Madrid». Revivió aquellas jornadas del verano de 2011, su vinculación y su participación en la hermandad cada Domingo de Ramos desde que daba sus primeros pasos, su proximidad a la hermandad de la Lanzada y su amor hacia la Virgen de la Esperanza, palabras que dedicó a su hermana Esperanza.
Un pregón lleno de vivencias, de cariño y de conocimientos cofrades, que recitó con templanza y buena dicción ante la presencia del hermano mayor de la cofradía organizadora, la del Señor de la Humildad, Germán Bolivar, y la vocal federativa Carmen Navarrete. Estaba también presente en el acto el Concejal de Juventud Eduardo Castillo, junto al hermano mayor de la cofradía de Jesús Despojado, Carlos Castillo y los padres y hermana del pregonero. Miembros de la Junta de Gobierno de la cofradía de la Humildad y numerosos cofrades de las hermandades granadinas y grupos jóvenes llenaban el salón mercedario. El acto culminó con un concierto ofrecido por la agrupación musical Dulce Nombre de Jesús, en la plaza del Padre Suárez.