Cecilio Aguilar presentó el cartel del Descendimiento

Valientes y decididas palabras para recordar el pasado y luchar por el futuro

Una fotografía de Antonio Orantes con la imagen del Cristo Yacente del Descendimiento bajo el arco del templo de San Jerónimo preside el cartel de la hermandad de la Soledad en el presente año. Ayer se hizo público con la intervención valiente y singular de Cecilio Aguilar Hita, costalero y fundador de la cuadrilla de costaleros la Virgen de la Soledad en 1980.

El acto comenzaba después de la Eucaristía de las 12,00 horas, presidida por el consiliario de la hermandad y miembro de la Misma, Miguel Córdoba Salmerón. Cecilio Aguilar tomó la palabra y con palabras de amor definió al Cristo del Descendimiento como » mi Rey de Reyes». En una presentación breve describió la fotografía: la mano del costalero, el cuerpo del Cristo del Descendimiento y, al fondo, tras la celosía, las monjas residentes en el Monasterio «siempre necesarias y atentas con nosotros» pero también «el florista, la modista, el prioste, el ambiente, los nervios y tantas otros detalles que no de ven pero que si inspira la fotografía». Afirmó que espera ver en el cartel «los esfuerzos de la gente para la hermandad y por Ellos», cumpliendo la «palabra dada y que la hermandad más pronto que tarde consiga su sitio, su lugar». «Si no tenemos Campo del Príncipe a las tres de la tarde no tenemos Descendimiento» afirmó Cecilio Aguilar quien hizo un breve recorrido por las hermandades de nuestra ciudad y cómo Cristo de hace presente en sus distintas advocaciones en cada barrio. Tuvo palabras hacia la Virgen de la Soledad, «que recibe a su hijo Descendido» preguntándose el dolor tan grande por el que tuvo que pasar. También mostró en todo momento su devoción hacia la Virgen de la Soledad, definiéndose como «su primer costalero».

El cartel muestra una fotografía del Cristo del Descendimiento saliendo por la puerta del Real Monasterio el pasado Viernes Santo, obra de Antonio Orantes. Dicha fotografía anuncia la salida procesional del Viernes Santo de 2019 en el que el «Cristo del Descendimiento saldrá a las calles tras su restauración y tras haber sido constatada su antigüedad, una de las mayores de nuestra Semana Santa». Culminó su presentación recordando a diversos costaleros, «sus compañeros de palo» que fueron «despojados de las ilusiones, sus fajas y su trabajo bajo el paso», pero también «con ellos se  fueron sus familiares» en referencia a la expulsión de algunos de ellos en la década de los 80 que fueron acompañados por más de 100 costaleros que a «día de hoy desempeñan funciones en otras hermandades pero con el corazón en este templo».

Una presentación decidida y valiente. Comprometida con la historia de la hermandad y reflejando la injusticia que se cometió en la cofradía «para que no vuelva a ocurrir nunca más la humillación que tuvimos que sufrir». En un sepulcral silencio fue seguida por los asistentes al acto, en la que dijo las verdades más contundentes para que nadie las olvide.

El acto terminó con la entrega de unos presentes tanto al presentador como al autor de la fotografía y a la empresa patrocinadora.

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