En veneración, la imagen del Cristo de la Salud de la parroquia de San Andrés.
Después de una veintena de años, la parroquia de San Andrés volvió a convocar los cultos cuaresmales en honor al Santísimo Cristo de la Salud que preside el templo parroquial de la calle Elvira. El equipo joven de la parroquia de los Amigos de San Andrés, hermanos de la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, dispusieron en un lateral de la parroquia la portentosa imagen del Crucificado sobre fondo negro y con paño de cruz representando a Cristo como Rey del firmamento, bordado y con representación del Sol y la Luna.
En el altar, realizado por el propio equipo joven, se habían dispuesto todos los elementos pasionistas tradicionales: flagelo, escalera, corona de espinas, clavos, lanza, caña con esponja y el cordero, representación de la «prensa mística». Completaba el altar la cesión de varias parejas de faroles de mano de la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, del Silencio.
La imagen del Crucificado de la Salud lucía tonelete bordado en plata recuperado por la parroquia, original de la talla, que estaba en posesión de una familia de la feligresía para su conservación y ha sido devuelta a la parroquia.
A las ocho de la noche se realizó el rezo del viacrucis y durante la jornada de hoy también se mantendrá a la veneración de los fieles y a las 12,00 horas será la Ecuaristía.