La hermandad granadina del Rocío regresó anoche a San Pedro y San Pablo
«Ha sido un camino muy bonito, muy satisfactorio para todos y, lo mejor, prácticamente sin incidentes», nos contaba ayer el hermano mayor de la hermandad del Rocío de Granada, Antonio Almagro, nada más llegar desde el Rocío, después de haber vivido la romería del presente año. En el Humilladero se desembarcaba de la «góndola» la carreta del Simpecado rociero adonado con margaritas y lilium blanco y rosa. «Tan sólo un percance el que hemos tenido con un hermano que fue golpeado por uno de los bueyes en una maniobra, pero fue atendido por los servicios médicos y sin problema», nos dice Antonio Almagro. El tiempo, además ha sido muy bueno para los rocieros y «aunque se hablaba de mucha calor lo cierto es que el tiempo finalmente ha sido bastante bueno para hacer el camino». Almagro confiesa también que han sido unos días de mucha convivencia y de hermandad y que, de esta manera, acaba ya su mandato de ocho años al frente de la hermandad. En octubre habrá elecciones al cargo de hermano mayor.
Los rocieros se dirigieron primero a la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias para rezar y cantar la salve a los pies de la Patrona de Granada, para darle gracias por el camino y los beneficios espirituales obtenidos. Les recibió el párroco, Francisco Molina, y el hermano mayor, Francisco Salazar, con miembros de su junta de gobierno. Se detuvo el Simpecado en la puerta de la basílica y los hermanos del Rocío se adentraron para rezarle a la Patrona a los pies de su camarín.
Después, se organizó el cortejo de regreso hasta la parroquia de San Pedro y San Pablo, su sede canónica, después de recorrer Puerta Real, Reyes Católicos, Plaza Nueva y Carrera del Darro. Finalizaba así el camino de la romería de 2014 que han realizado más de doscientos romeros granadinos, aunque en la aldea hubo bastantes más que no pudieron realizar el camino completo desde Granada hasta el Rocío.