25 de noviembre de 2024
Actualidad

El 14 y 15 de septiembre se podría celebrar algún acto de religiosidad popular por final del coronavirus

Antes, quédate en casa y acabemos con la pandemia

Un párrafo de una carta dirigida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos a los obispos se indica que  «las expresiones de piedad popular y procesiones que enriquecen los días de Semana Santa y del triduo Pascual, a juicio del Obispo Diocesano, podrán ser trasladadas a otros días convenientes por ejemplo el 14  y 15 de septiembre» y firmado por el cardenal Robert Sarah, Prefecto de esta Congregación, ha levantado el estado esperanzador en muchos sectores cofrades. Pero no hay más. El documento está dado a los obispos recordando algunas obligaciones de sacerdotes y clero para las celebraciones próximas del Triduo Pascual, invariable, y algunas directrices para la celebración de la Misa Crismal y en suma del Triduo.

En algunos sectores cofrades esto se ha entendido como «el traslado de las procesiones a los dos días reflejados» según fuentes consultadas por esta redacción, algo que «con toda seguridad no ocurrirá». Lo que indica el documento son una directrices para la Iglesia Universal. Es fácilmente descartable que la «Semana Santa se vaya a celebrar en esos dos días». Lo que la Congregación ha determinado es que, a juicio de la Iglesia Diocesana y del Pastor de cada diócesis se autoriza para que, posiblemente en esos días, se pueda celebrar algún acto que podría ser de acción de gracias por el fin de la epidemia de coronavirus. Pero eso está por ver.

Granada ya tiene en esos dos días dos muestras excepcionales de devoción popular y oficial . De un lado en el 14 de septiembre, la renovación del Voto de Ciudad al Santo Crucifijo de San Agustín por el cese de la epidemia de 1679 que formula el Ayuntamiento de Granada. De otro, la excepcional y multitudinaria ofrenda floral a la Patrona de Granada, la Santísima Virgen de las Angustias. Dos muestras de calado carácter religioso y popular.

Habrá que esperar, por tanto, la determinación del prelado granadino, monseñor Martínez Fernández, Arzobispo de Granada para la aplicación de ese documento en la diócesis a su cargo.