La Delegación Diocesana de Hermandades de Sevilla prohíbe los altares de insignias en la próxima Semana Santa
Una norma que, a no tardar mucho, se aplicará en Granada
El Arzobispado de Sevilla ha dado una serie de normas para celebrar la próxima Semana Santa entre las que se contempla la prohibición de montar altares de insignias en el interior de los templos. Esta era una iniciativa prevista por la Comisión de Cultos de la Federación de Cofradías de manera que, con las debidas medidas sanitarias y dentro del marco de las celebraciones religiosas propias del triduo Pascual y actos religiosos, se pudieran visitar los templos y mostrar el sentido religioso y catequético de una hermandad en la calle. Es de esperar que en breve el Arzobispado de Granada promulge, a través de la Vicaría de Hermandades y Cofradías un documento idéntico o similar o bien que el Arzobispado promueva una nota de prensa adhiriéndose al mismo documento hispalense.
Reflejamos algunos de los contenidos del mismo, hecho público a través de la Delegación de Hermandades del Arzobispado de Sevilla.
» – Celebrar en todo lo posible los cultos de reglas cumpliendo las indicaciones sanitarias.
– Es ocasión de fomentar la celebración comunitaria del sacramento de la penitencia con confesión individual.
– Dado que están impedidos los actos de culto externo, reemplazarlos por una celebración de la Palabra (usando el rico repertorio de los leccionarios de Cuaresma), o el rezo del via crucis, del santo rosario o de la corona dolorosa.
SEMANA SANTA
– No se expondrán las insignias y otros enseres al modo como tradicionalmente se hace en el día de la estación de penitencia (lo que coloquialmente conocemos como
“altares de insignias”). Si las hermandades o consejos organizan algún tipo de exposición de estos enseres, es preferible usar otras salas al efecto.
– Si el párroco (y el director espiritual, si fuera otra persona) lo juzga conveniente, las hermandades pueden entronizar las imágenes titulares en altares efímeros de culto, siempre y cuando no afecten al buen desarrollo de las celebraciones del Triduo Pascual que, recordemos, es el verdadero centro de la fe de los cristianos en los días de Semana Santa y auténtico sentido de las estaciones de penitencia y actos piadosos de las hermandades y cofradías.
– Celebrar en todo lo posible los actos de culto que las reglas prescriban y que las disposiciones normativas permitan, con las oportunas adaptaciones.
– Las imágenes pueden exponerse en veneración extraordinaria, previa solicitud a la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías, a propuesta del cabildo de oficiales de la hermandad y con el visto bueno del director espiritual (y del párroco, si fuera otra persona). Deberán exceptuarse, sin embargo, los días del Triduo Pascual por su especial carácter litúrgico: el Jueves Santo se dedicará a la adoración eucarística; el Viernes Santo, a la adoración de Cristo en la Cruz; y el Sábado Santo, hasta que no se celebra la Vigilia Pascual, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor.
– En el día de la estación de penitencia puede celebrarse el acto de piedad y oración que ofrecemos como modelo en el devocionario adjunto. Al menos téngase en cuenta la intención común que allí se indica, de manera que, como todos los años, las hermandades y cofradías de la Archidiócesis de Sevilla se unan en una misma plegaria al Señor.
– Las celebraciones litúrgicas del Domingo de Ramos y del Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Vigilia Pascual) deben quedar reservadas a la parroquia, salvo en aquellos lugares donde sea costumbre consolidada realizarlas en la sede canónica de la hermandad o donde, con la anuencia del párroco, y de forma excepcional dadas las actuales circunstancias, pueda obtenerse un gran beneficio pastoral. La parroquia, como comunidad de fieles que profesan la misma fe, celebran los sacramentos y se entregan al servicio de los más pobres, y a la que la hermandad pertenece, constituye el lugar idóneo para celebrar, con toda la familia parroquial y en íntima comunión con Cristo, los grandes misterios de la redención humana que las hermandades y cofradías conmemoran en estos días»