23 de noviembre de 2024
Actualidad

Santo Domingo celebró la fiesta de la Candelaria con las medidas Covid y prescindiendo de la procesión claustral

El prior de la comunidad, fray Antonio Bueno, y el hermano mayor, Juan de Dios Morillas, acompañaron a los mayordomos de este año en su primer acto 

«Han pasado cuarenta días desde el Nacimiento del Niño Dios y hoy celebramos la fiesta de la Presentación en el Templo», indicó el prior de los Dominicos en Granada y párroco de la de Santa Escolástica, fray Antonio Bueno, al iniciar la Eucaristía que anoche se celebró en el interior del templo de la plaza de Santo Domingo. Con las puertas abiertas, control de temperatura, dispensador de gel hidroalcohólico y distanciamiento social se desarrolló la Eucaristía en la que el oficiante recordó que «los padres de Jesús fueron al templo a presentar al Niño y a rescatarlo. Porque era un mandato del Señor como consecuencia de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. José y María cumplen el mandato y rescatan a Jesús con la ofrenda de los pobres: un par de tórtolas y

Archicofradía del Rosario. Candelaria 2021. Foto GRANADA COFRADE

unos pichones. Porque poco tenían para rescatar al Hijo». En sus palabras recordó la profecía del viejo Simeón en el que recordaba que «mis ojos han visto al Salvador, luz de las naciones y gloria de Israel».

La celebración de la Eucaristía se vio precedida por el rezo del rosario desarrollándose a continuación la sencilla procesión de entrada,  acompañada por el coro litúrgico «Santa Cecilia» dirigido por Pablo Gómez González. En la misma participaban tras los ciriales y cruz parroquial los mayordomos, Francisco de la Calle y Paulina Gómiz. El mayordomo portaba ya el báculo de la mayordomía que recibió el pasado domingo en su toma de posesión y la mayordoma la imagen del Niño Jesús de la Virgen del Rosario como es tradicional, vestido con ropa de acristianar como símbolo de la presentación en el Templo. En esta ocasión no hubo en el cortejo la tarta de nata y los pichones que recuerdan las ofrendas en el templo, para evitar cualquier posibilidad de contagio. Tampoco se desarrolló la procesión claustral por el convento de Santa Cruz la Real y la bendición de candelas se realizó sin asperjar agua bendita.