Una puerta abierta a la esperanza para las formaciones musicales granadinas
Conversaciones para dar forma reglada a la unión de las bandas y agrupaciones granadinas
Las bandas de tambores y cornetas y agrupaciones musicales podrían autorizarse a ensayar al aire libre si finalmente la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Salud establece y firma un protocolo para publicarlo en Boletín Oficial de la Junta de Andalucia, de manera que se pudiera desarrollar algún concierto al aire libre en la presente cuaresma. «El tiempo corre en nuestra contra y no es fácil», nos han señalado desde algunas formaciones granadinas. Esta negociación se está realizando con la Consejería a través de los Consejos de bandas establecidos en Sevilla, Córdoba y Málaga a los que se unirían el resto de formaciones andaluzas «puesto que es un asunto que nos interesa a todos» señalan esas fuentes a nuestra redacción a pesar de que aquí en Granada no existe una unión reglada entre las formaciones músicales no profesionales o semiprofesionales. «Se está en ello», aseguran, por lo que en breves fechas podríamos tener noticias al respecto.
Este acuerdo y próxima disposición haría que se pudieran desarrollar ensayos de formaciones musicales en nuestra ciudad, algo que no se ha venido desarrollando con periodicidad ya que desde el primer estado de alarma estaba prohibido este tipo de actividades. No es fácil buscar soluciones ya que «nuestros instrumentos son la mayoría de viento y eso hace que sea mas compleja la normativa a aplicar, una vez que los técnicos encuentren soluciones de distanciamiento y seguridad para el público asistente, según señalan desde las formaciones granadinas. Si todo esto diera fruto y final se pudieran resolver todas las dificultades la intención de las bandas y agrupaciones granadinas estarían estudiando la posibilidad de ofrecer y organizar algun concierto con todas las medidas sanitarias establecidas.
Esto avivaría las esperanzas en algunas de nuestra bandas que miran con pesimismo su continuidad después de tanto tiempo de alejamiento entre sus miembros, falta de preparación y formación musical y escasez de recursos económicos. Nada de esto se podrá resolver en las semanas que restan de cuaresma pero al menos ha levantado algunas expectativas entre los jóvenes músicos de la ciudad, unido a la posibilidad de que todas ellas formaran parte de un colectivo común que sirviera para unificar criterios y vigilar por sus intereses, entre otras posibilidades.