30 de octubre de 2024
Actualidad

Ruta para las cofradías del Martes Santo

Las hermandades del Martes Santo, coordinadas por el delegado de Día, Luis Ignacio Fernández-Aragón, han organizado un acto piadoso conjunto para venerar a sus Sagrados Titulares en sus distintos templos durante la mañana del próximo 30 de marzo. El hilo conductor lo marcará los Cuatro Cánticos del Siervo de Yahvé, del profeta Isaías, elegido para la ocasión por todas las partes implicadas. La reflexión de los mismos correrá a cargo de los consiliarios de las hermandades del Martes Santo.

Además, se dará lectura a unas peticiones en favor de colectivos y causas especialmente sensibles y afectados por las consecuencias de la pandemia del Covid-19. El acto piadoso en cada uno de los templos concluirá con una oración dirigida a las sagradas imágenes de cada hermandad.

Según el guión previsto, esta emotiva cita comenzará a las 10:30 horas en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en la que todas las cofradías venerarán a los sagrados titulares de la Hermandad de la Lanzada, el Santísimo Cristo de la Lanzada y María Santísima de la Caridad.

Posteriormente, se desplazarán hasta la iglesia de Santo Domingo (11:00 horas) para hacer lo propio ante las sagradas imágenes de la Hermandad de la Humildad, el Señor de la Humildad y la Soledad de Nuestra Señora.

El siguiente alto en el camino será la iglesia de San Gil y Santa Ana, a las 11:25 horas, para venerar a los sagrados titulares de la Hermandad de la Esperanza, Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza.

Por último, la representación de todas ellas llegará hasta la iglesia de San Juan de los Reyes (11:50 horas) para venerar a las sagradas imágenes de la Hermandad del Santo Vía Crucis, Jesús de la Amargura y Nuestra Señora de los Reyes.

Cabe destacar que los horarios son aproximados y que, en todo momento, se cumplirán las medidas antiCovid que las autoridades sanitarias recomiendan. Tanto es así, que la comitiva que se desplace a cada uno de los templos será muy reducida para evitar la aglomeración de personas en el interior de cada una de las iglesias.