24 de noviembre de 2024
Actualidad

Avanza la recuperación de las pinturas murales en San Miguel Bajo

La intervención está financiada al 80% por la Junta de Andalucía. El resto lo abona la propia cofradía de la Aurora

Hasta el mes de diciembre aún continuará la intervención, lenta y minuciosa, en las pinturas murales de la capilla de San Miguel Arcángel de la iglesia de San Miguel Bajo, en el Albaicín. Ayer por la tarde la Secretaria General de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Macarena O’Neill, visitó la capilla acompañada por el delegado territorial de la Consejería de Cultura en Granada, Antonio Granados y por el hermano mayor de la cofradía de Jesús del Perdón, Víctor Alarcón. Ambos, Junta de Andalucía y Cofradía de la Aurora, son quienes abonan los treinta mil euros de presupuesto dentro de las ayudas para la conservación, restauración o inventario de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía, concedido para este año a parroquias y hermandades. La junta de Andalucía abona el 75 % de coste total y el resto, 25%, la cofradía albaicinera. El presupuesto asciende a cuarenta mil euros de los que que la Consejería abona treinta mil y los diez mil restantes, la hermandad de penitencia referida que está establecida en este monumento religioso. La visita institucional estuvo también acompañada por la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, quien se interesó por los detalles de la intervención.

La empresa Clave Restauración de Arte, que dirige Dionisio Olgoso está acometiendo la intervención en la capilla de San Miguel Arcángel de la iglesia de su nombre, antigua del Cristo de la Redención. La capilla acoge actualmente una imagen del Arcángel, atribuida a Torcuato Ruiz del Peral. La capilla está realizada a tres testeros, de autor desconocido, al temple y óleo sobre yeso fechada entre 1750 y 1770, siguiendo las líneas del estilo barroco tardío, de estilo mudéjar con toques renacentistas. La traza se le atribuye a Diego de Siloé y fue ejecutada por Juan de Alcántara y Pedro de Asteasu.

En la intervención se quiere detener el avanzado estado de deterioro de la capilla provocado, en gran parte, por la humedad que ha producido abolsamientos pero que no supone intervención alguna en el soporte original del templo. La secretaria general explicó que la Cofradía de Nuestro Padre del Perdón y Nuestra Señora de la Aurora obtuvo «una de las mejores puntuaciones, lo que les permitió conseguir la máxima dotación económica de estas ayudas, con la que el Gobierno andaluz pretende proteger el patrimonio de carácter religioso, destinadas a la protección y conservación del conjunto de bienes culturales, mayoritariamente conservados por entidades religiosas, que se singularizan por su uso litúrgico y procesional».

El delegado territorial, Antonio Granados, destacó que las subvenciones concedidas a proyectos granadinos –un total de nueve entidades beneficiarias, con un montante total de 151.691 euros– «van a servir de revulsivo para devolverle parte de su esplendor al patrimonio religioso, así como animarán a otras hermandades y cofradías a presentarse a las nuevas líneas de ayudas que licite la Consejería de Cultura. La recuperación de la capilla de San Miguel redunda en el mantenimiento de un barrio como el de San Miguel, que es Patrimonio de la Humanidad».

Los trabajos de restauración de estas pinturas murales tienen como objetivo recrear el revestimiento del espacio a través de distintos elementos como zócalos, cortinajes, retablos, camarín o estancia interior y decoración de la bóveda mediante un trampantojo o ilusión óptica con técnica pictórica. La intervención, que se inició el 1 de abril, tiene un plazo de ejecución de nueve meses, por lo que estará concluida a finales de año.

La pintura mural que cubre los tres testeros de la capilla de San Miguel, antigua del Cristo de la Redención tiene su origen, según señalan los informes técnicos, en pleno siglo XVIII. No obstante, se desconoce el momento exacto de su creación así como la autoría de los frescos.

La iglesia de San Miguel Bajo se erigió como parroquia en 1501 sobre una antigua mezquita. Este inmueble es de estilo mudéjar, con toques renacentistas. Su conjunto se eleva sobre el nivel de la calle y de la plaza por unas escalinatas, que llegan hasta las dos puertas de acceso.