La Virgen de la Soledad recorrió el claustro del monasterio de San Jerónimo
Después de la celebración de la Eucaristía de ayer por la mañana y de la exposición de la Virgen de la Soledad a la veneración de los fieles y hermanos, la cofradía del Descendimiento determinó suspender la salida en rosario vespertino. «Nos hubiera gustado salir a la calle y recorrer el itinerario previsto pero no es posible», dijo a la redacción de GRANADA COFRADE el hermano mayor, Enrique Crespo. Hubiese sido la primera imagen mariana en salir tras la prohibición del decreto arzobispal motivado por la Covid-19. Pero la posibilidad de realizar el rezo de los misterios gozosos correspondientes a los lunes se pudo realizar por el claustro del monasterio jerónimo. A las cinco de la tarde la lluvia arreciaba y no era sólo un aguacero como bien se pudo atestiguar cuando la Virgen salió al claustro.
La Virgen de la Soledad atravesaba a las cinco y veinte la portada pétrea que da acceso al primer claustro del monasterio ante la mirada de un grupo de cofrades que acompañó al cortejo. Tan solo una palma real anunció a los vecinos de ese momento íntimo vivido en la cofradía. En el interior del templo la capilla de música “Cristo de la Luz” había saludado la tarde mariana con el “Ave María”, salida de los instrumentos del cuarteto y continuar con “Pasión por Granada”.
El cortejo estaba integrado por once parejas de hermanos siguiendo la cruz alzada. Después, la capilla musical y la presidencia en la que formaba por el hermano mayor y ex hermanos mayores y con el acompañamiento del presidente de la Federación de Cofradías de Granada, Jesús Muros. Precediendo a los ciriales, el sacerdote redentorista Antonio Puerto y el vocal de cultos de la hermandad, José Cecilio Cabello, quienes dirigieron el rezo del rosario. Algo más de una hora duró el rezo de los cinco misterios del rosario y ya en el interior se rezó la letanía lauretana, dando por terminada la jornada con la veneración de los fieles.