El Realejo recibió a Jesús en su Entrada en Jerusalén
Durante siete días estará en Santo Domingo para las catequesis de los colegios de Las Mercedarias, Santo Domingo y Nuestra Señora del Rosario
Antes de dar comienzo el tercer traslado de la imagen de Jesús de la Entrada en Jerusalén con motivo de las misiones escolares que desarrolla su cofradía del Domingo de Ramos dentro de los actos conmemorativos LXXV aniversario fundacional, tuvo lugar nuevamente el sincero agradecimiento y la entrega de un pequeño obsequio delante de la imagen del Señor por parte del hermano mayor de la cofradía, José Antonio Gámiz, a la responsable del Colegio de la Presentación, en representación de toda la comunidad educativa, consistente en un cuadro con una fotografía de Jesús de la Entrada en Jerusalén en la capilla del citado colegio durante su estancia de esta semana, apreciándose también la imagen de la Virgen Niña, acompañada de una pequeña placa que recuerda estas misiones escolares y la estancia de la imagen en dicho centro durante los últimos siete días. Este recuerdo fue agradecido de forma muy especial y del mismo modo la comunidad de la Presentación hizo entrega al hermano mayor de una medalla con la Virgen Niña, en recuerdo también de esta semana de convivencia. Estos momentos resultaron los de la propia despedida, tras los cuales se inició el traslado con la imagen de la borriquilla, que se ponía nuevamente en las calles de Granada para completar el itinerario previsto, modificado necesariamente en los últimos días al no haber finalizado las obras de la calle Almireceros por donde la cofradía pretendía pasar en un principio, viéndose obligada también a adelantar su salida en media hora con respecto a las semanas previas.
Mientras tanto, poco antes de las cuatro y media se terminaba de organizar en el patio del colegio todo lo necesario para el traslado del Señor hacia la iglesia de Santo Domingo, en el Realejo, tercera y última parada de estas misiones escolares. Jesús de la Entrada en Jerusalén se presentaba idéntico a las semanas precedentes en cuanto a vestimenta y flor, con su ya característico “blanco misionero”, según se le ha hecho llamar desde la propia cofradía.
El cortejo de la hermandad se iniciaba con la Cruz alzada y los ciriales, tras los cuales volvía a aparecer la bandera del Colegio de la Presentación, que ha venido acompañando a la hermandad desde el principio, escoltada por varas. El propio guión de la cofradía anticipaba la presidencia, encabezada por el hermano mayor, al que acompañaban nuevamente responsables del citado colegio de la Presentación, del de la Sagrada Familia, y de los colegios del barrio del Realejo, a excepción del de las Mercedarias. Tampoco estuvo presente el propio consiliario de la cofradía, Francisco Lorca, ausente en los tres traslados desarrollados hasta ahora.
El público congregado en las calles por las que fue pasando la procesión, especialmente los niños, otra vez pudo estar cerca de la imagen y arremolinarse en torno a ella, según el deseo que la cofradía expresó en su momento y por el cual se decidió prescindir de hermanos en fila con cera, dando una personalidad más jovial y menos formal a estos traslados, haciendo bueno el lema de Jesús “Dejad que los niños se acerquen a mí”. Ya la semana próxima, coincidiendo con el último, el que llevará al Señor de regreso a su sede de San Andrés, sí se verá acompañando de sus hermanos en fila, portando cera, dando un carácter más solemne a ese recorrido final.
La Agrupación Musical María Santísima de la Estrella tomó el relevo a la de Jesús Nazareno, de Chauchina, poniendo en esta ocasión sus sones tras la parihuela que portaban los costaleros de la hermandad, a las órdenes de Alberto Ortega. Cabe destacar la gran calidad de la formación musical. Como ya sucediera en los dos traslados anteriores, se abrió la posibilidad para que todo aquel que lo deseara pudiera llevar al Señor en algunos puntos del trayecto.
En dos horas y media se completó el itinerario, que nuevamente ofreció estampas y momentos de especial sabor cofrade. Uno de ellos fue en la calle San Jerónimo, a la altura de la plaza de la Encarnación, donde la hermandad del mismo nombre recibió a la comitiva con su guión y varas de acompañamiento, haciendo entrega de un ramo de flores que quedó depositado en la parihuela a los pies del Señor. También lo hizo a la misma altura, justo al otro lado, la cofradía de los Estudiantes, cuya vinculación así se puso de manifiesto, pues durante varios años ambas corporaciones compartieron sede en San Justo y Pastor al clausurarse el templo de Santiago, por entonces sede provisional de la hermandad del Domingo de Ramos, debido a un problema en las cubiertas que hizo que por espacio de un par de años la hermandad tuviera que desarrollar su vida cofrade en la iglesia de la Plaza de la Universidad, la cual acogió a la imagen de Jesús de la Entrada en Jerusalén y a la Virgen de la Paz.
Ya en el barrio del Realejo, al final de la calles Sancti Espíritus, un numeroso grupo de niños de los colegios Santo Domingo y Nuestra Señora del Rosario, esperaban a Jesús. Al llegar el cortejo allí, dichos niños se integraron en el mismo y acompañaron a la imagen del Señor en los metros restantes hasta el templo de Santo Domingo, tras la Cruz alzada, moviendo enérgicamente las ramas de olivo que portaban. De igual modo sucedió en la calle Ancha de Santo Domingo, a la altura de Girones, en donde el colegio de las Mercedarias instaló un pequeño altar para recibir al Señor sobre su jumento, con los dos pasos que suelen procesionar en las vísperas de Semana Santa. También tuvo lugar una pequeña ofrenda de los niños de este centro a modo de oración, la lectura del Evangelio y un canto de alegría con el que siguió el traslado, además de la entrega de un ramo de flores que se depositó a los pies del Señor. Con posterioridad y también desde dicho punto, se incorporaron al cortejo hasta llegar a la plaza de Santo Domingo, completamente abarrotada igual que cualquier día de la Semana Santa. Las hermandades de la Santa Cena, Rosario y Cañilla se dispusieron con varas y sus respectivos guiones en el entorno de la puerta del templo para dar la bienvenida a la cofradía del Domingo de Ramos. La Archicofradía del Rosario hizo lo propio en el interior del templo, junto al camarín de la Virgen, última parada de Jesús ante de situarse en el lugar que ocupará durante toda la semana. Todas ellas contaban con la presencia de sus respectivos hermanos mayores al frente. Antes, la hermandad del Huerto también esperó con su guión corporativo y varas a la comitiva al final de la calle Jesús y María, con su hermano mayor a la cabeza, Mariano Sánchez Pantoja, desde donde se incorporó al cortejo. Fue precisamente esa calle la que volvió a ver a la imagen que tallara Espinosa Cuadros en su taller de este enclave hace ya 105 años.
Poco antes de la siete de la tarde hizo su entrada al templo Jesús de la Entrada en Jerusalén, acompañado de toda la multitud que fue incorporándose al cortejo a lo largo del recorrido, incluidas las propias hermandades establecidas allí canónicamente. El primer gesto en el interior del templo fue hacia la capilla de la hermandad de la Santa Cena, ya que la parihuela giró hacia la derecha para encararse con los titulares de esta cofradía también del Domingo de Ramos, pues tanto el Señor de la Cena como la Virgen de la Victoria son imágenes de Espinosa Cuadros, reuniéndose en un mismo espacio por primera vez probablemente en la historia tres de las imágenes más famosas e icónicas del escultor granadino. Igualmente se hizo con la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos y con el Señor de la Humildad, mientras el responsable de los dominicos iba dirigiendo unas palabras en cada una de las capillas a las respectivas imágenes. La Copatrona fue la última imagen a la que saludó Jesús de la Entrada en Jerusalén.
Por espacio de una semana permanecerá en el lugar habitual del crucero donde las hermandades con sede en la citada iglesia suelen disponer a sus imágenes titulares para sus cultos y funciones principales. Tras la bienvenida por parte del prior de la comunidad dominica y las palabras de agradecimiento del hermano mayor, se dio por finalizado este tercer traslado con el que se encara ya la última semana de misiones escolares.
Hoy mismo, domingo, a las 13.00 horas, tendrá lugar la Eucaristía en el templo dominico con la que darán comienzo las misiones escolares en su tercera semana. A partir del lunes, todos los alumnos de los tres centros escolares pasarán por este punto según los días y los horarios que ya se le han asignado a cada uno de ellos para desarrollar dichas misiones junto a Jesús en su borriquilla.
La próxima vez que el grupo escultórico de la Entrada en Jerusalén salga nuevamente a las calles será para regresar ya a su sede, la iglesia de San Andrés, tras tres semanas fuera de ella desarrollando esta interesante iniciativa.