El Cristo de la Salud, de San Andrés, presidirá el Vía Crucis por la Paz en San Nicolás, el día 2 de abril
La imagen del Crucificado, obra atribuida a Diego de Siloé, no ha salido a las calles desde marzo de 1997, hace veinticinco años
El Cristo de la Salud cuenta con una extensa devoción y afecto por la Granada antigua, recogiendo las plegarias y súplicas de la ciudad en momentos muy complicados. Así, el pueblo lo veneraba en la calle en rogativas y en su capilla de la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol junto al presbiterio, donde le encendían hachas, cirios y velas y le colgaban exvotos, que cubrían las paredes de su capilla.
La advocación de la Salud la adquiere el Crucificado por su intercesión en la epidemia de peste bubónica de 1679 que asoló nuestra ciudad. Durante esta epidemia, los enfermos afectados por la peste fueron instalados por las autoridades sanitarias fuera de la ciudad, delimitada por la Puerta de Elvira, como medida de cuarentena para evitar el contagio. Los enfermos se congregaban en una gran explanada delante del Convento de la Merced y de la Iglesia de San Idelfonso, llamada del Triunfo de la Inmaculada. Desde la iglesia de San Andrés, el Cristo era portado en andas hasta esa zona, para servir de consuelo a los enfermos y para que le rogaran su curación. Cuenta la leyenda, que en una de esas salidas una paloma, que los enfermos atribuyeron al Espíritu Santo, sobrevoló la imagen del Cristo en todo su recorrido y, finalmente, se posó en su brazo derecho. En ese día se experimentaron curaciones de los enfermos allí presentes y el suceso se atribuyó a un milagro. Es por ello que el Cristo de la Salud luce sobre su brazo derecho una paloma de plata, como símbolo que recuerde aquel milagro.
En el siglo XX se siguieron celebrando cultos en su honor, quedando constancia de los mismos hasta 1961. Pasaron los años hasta que, a mediados de marzo de 1997, Granada volvió a contemplar al Cristo de la Salud en las calles, en un Vía Crucis cuaresmal. Desde entonces, y tras el cierre en 1999 de la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol debido a su deterioro y necesaria restauración, el Cristo de la Salud permaneció en dependencias parroquiales. Casi dos décadas después, el 28 de mayo de 2017, volvió a presidir el Altar Mayor de la iglesia de San Andrés, tras su reapertura. Ahora, veinticinco años después de su última salida vuelve al aire de la ciudad en esta peregrinación por la paz. La imagen del Crucificado de la Salud permanecerá en San Nicolás por espacio de una semana y será trasladado nuevamente a su sede de la calle Elvira el Viernes de Dolores. La salida del día 2 será a las 19.00 horas y la entrada a San Nicolás prevista para las 20.30 horas.