Nueva casa de hermandad para el Silencio, en calle Veracruz (Barrio Fígares)

«Esta casa debe estar abierta no solo a los hermanos de la cofradía. Si no está abierta al resto de los cofrades de esta ciudad y a los cristianos de esta diócesis, esta casa y esta hermandad no tendrá futuro, porque la hospitalidad lleva consigo el don de Dios, la bendición de Dios, porque si uno acoge, el Señor da siempre el céntuplo», dijo el párroco y consiliario de la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, Alberto Espinar Lara, en el momento de la bendición de la nueva casa de hermandad de la cofradía del Cristo de la Misericordia (Silencio). Se habían dado anoche un grupo de hermanos cita para asistir al acto. Veteranos y jóvenes de la cofradía compartieron este espacio situado en el barrio Fígares de nuestra ciudad, en la calle Veracruz. Una casa de hermandad diseñada con sencillez y buen gusto en el que se comparte un espacio amplio para reuniones, actividades y todo tipo de acto comunes en la cofradía, además de sala de administración y secretaría, sala de reuniones con oratorio, zona de ocio y almacén de priostía y conservación del paso y parihuela de ensayos de esta cofradía de la madrugada del Viernes Santo.

«Es un espacio, como veis, que tiene muchas posibilidades en el que hemos intentado adecuarlo en la medida de nuestras posibilidades pero sobre hemos buscado que sea acogedor para poder convivir y compartir, formarnos y hacer vida de hermandad», señaló el hermano mayor de la corporación, dentro de un ambiente de júbilo y complacencia por ver finalizado esta casa «que es nuestra y de la que ya no tendremos que emigrar», dijo a la redacción de GRANADA COFRADE el máximo responsable de la cofradía.

El acto se vio acompañado por algunos representantes de hermandades de la ciudad de Granada, hermano mayor de la cofradía de la Aurora, Víctor Alarcón, y algún miembro de la Federación de Cofradías, además del consiliario de la Federación de Cofradías, José Gabriel Martín.