23 de noviembre de 2024
Actualidad

«Antonio Sánchez Osuna fue el maestro de muchísima gente y tronco de muchos capataces de Granada».

Alberto Ortega abogó por «recuperar el espíritu del hermano costalero» en la entrega del premio que recuerda al maestro de capataces

«Siento que este premio no es a una persona sino a un equipo, porque llegar hasta aquí con mi nombre es el de llegar con un grupo de personas que trabajamos durante muchos años de los que tengo la suerte de componer cada año ese equipo y de los que resaltaría su implicación y compromiso y algo más difícil de encontrar como es la lealtad y el cariño», señaló Alberto Ortega después de recoger la décimo primera edición del premio «Antonio Sánchez Osuna» de la mano del hermano mayor de la cofradía de la Santa Cena, organizadora del premio, y el nieto de Sánchez Osuna, Curro Toro Sánchez. Un acto en el que el homenajeado estuvo rodeado por los hermanos mayores de las cofradías del Señor de la Humildad y de los Favores, Germán Bolivar y Juan Antonio Romera, de las que fue hermano y miembro de junta de gobierno, además de personas de los equipos de Alberto Ortega y del hermano mayor de la Archicofradía del Rosario, en cuya sede de la Sala Capitular del camarín se desarrolló la entrega.

Heriberto Eslava, secretario del jurado, dio lectura al acta del jurado en el que se integraban además de los hermanos mayores, el pregonero del costalero de esta año José Manuel Franco y el capataz de la Oración en el Huerto, Juan López y el costalero de la hermandad organizadora Miguel Luque.  En el acta se reflejan los motivos de la concesión del premio por su «reconocida trayectoria como Costalero y Capataz de la ciudad de Granada de más de dos décadas, en la que ha marcado un sello característico a sus cuadrillas. Por poner de manifiesto su servicio, entrega y dedicación a las cofradías de las que es capataz. Por el cuidado especial hacia todos y cada uno de sus costaleros».

«Yo como costalero no tuve mucha relación con Antonio Sanchez Osuna e incluso podríamos haber sido antagónicos. Antonio era un maestro y yo un niño que empezada y defendía unas maneras nuevas y teorías que a Antonio no le parecían bien», dijo Alberto Ortega, señalando que «Antonio fue una de las personas más importantes para mi de la Semana Santa de Granada, una persona capaz de ilusionar a gente joven, que en pocos minutos te metía un pellizco para que hicieras las cosas como había que hacerlas» destacando el compromiso y la entrega a las hermandades, «no solo como capataz sino como cofrade», puntualizó. Alberto Ortega terminó reconociendo que «hoy pienso de manera más parecida a como lo hacía Antonio Sánchez Osuna en aquellos años». El acto, sencillo y breve, contó con la presencia del presidente de la Asociación de Vecinos del Realejo, Antonio López, y concluyó con el rezo ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario.