La cofradía del Santo Sepulcro inicia con alegría el Año Jubilar del Centenario
«Concede benignamente que en el Jubileo de la cofradía hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad eligiendo un día para facilitar a los fieles después de haber ofrecido la Santa Misa imparta la bendición Papal a todos los fieles cristianos asistentes que haciendo verdadera penitencia y movidos por la caridad hayan participado en los ritos sagrados para que puedan alcanzar indulgencia plenaria con las debidas condiciones», con estas palabras de la Penitenciaría Apostólica del Santo Padre al Arzobispo Metropolitano de Granada, monseñor Gil Tamayo, se autoriza a la celebración del Jubileo del Centenario de la cofradía oficial de Granada y a la impartición de la Bendición Papal que, por no estar presente el prelado granadino por disponer otra cita en agenda, debió ser aplazada hasta una ocasión próxima cuando el prelado visite la cofradía dentro del Centenario que se celebrará durante todo este año.
La hermana mayor, Blanca Sánchez Agesta, recordó a nuestro diario que las Indulgencias del Año Jubilar podrán ganarse con acreditación mediante diploma, «los terceros martes de cada mes, desde enero a diciembre a excepción de Julio y Agosto próximos, en las celebraciones del Año Jubilar que se celebrarán en la parroquia de San Gil y Santa Ana., además de cada último domingo de mes».
La Eucaristía de apertura del Año Jubilar estuvo presidida por el vicario general de la diócesis, Enrique Rico Pavés, y concelebrada por los párrocos Manuel García Gálvez y José Gabriel Martín, revestida de solemnidad y con el acompañamiento de numerosos fieles que llenaron totalmente el templo de la Plaza de Santa Ana. En la celebración estuvo presente el presidente de la Real Federación de Cofradías, Armando Ortiz, y el concejal de Participación Ciudadana en representación municipal, Francisco Almohalla. También, representación del Madoc (Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra) además del Subdelegado de Defensa, Federico González Vico. Asistieron representantes de varias corporaciones nazarenas granadinas. Entre ellas, el hermano mayor del Cristo de la Misericordia (Silencio) con la que comparte centenario esta cofradía granadina. Hermanos mayores de las cofradías del Cristo de los Favores, Soledad de San Jerónimo, Señor de la Resurrección, Sagrada Lanzada, Cristo de la Expiración (Escolapios) y Santo Cristo de San Agustín, estuvieron presentes, junto a representantes de hermandades de la Oración en el Huerto de los Olivos, María Santísima de las Maravillas, Cristo del Consuelo (Gitanos) y Esperanza. También asistió una representación del Ilustre Colegio de Abogados de Granada con su vicedecano, Antonio Mir y los diputados Antonio Olivares e Ignacio Joya. Junto a la hermana mayor, miembros del Cuerpo de Caballeros del Santo Sepulcro, con su decano
El vicario general de la diócesis granadina indicó en sus palabras la importancia de la celebración del Año Jubilar y deseó un año especial para todos los hermanos «que el Papa nos regala a la diócesis de Granada a través de esta cofradía que tanta solera tiene en la ciudad de Granada». Recordó que «en los pequeños detalles de cada día vienen los hermanos a rezarle al Santo Sepulcro y a la Virgen de la Soledad a pedirle y agradecerle» recordando que la fe «entra también por imágenes, no sólo en catequesis, que también. La fe entra por el oído y la experiencia personal». Enrique Rico recordó que «el pueblo de Israel cada cincuenta años ponía a cero su vida y empezaba de nuevo. Pedían un año de Gracia al Señor en el que los hermanos se miraban a la cara, se pedían perdón, se restituían los bienes que se habían quitado inapropiadamente y en el que se miraba el sentido de las cosas para reiniciar. Por eso generar un Año Jubilar es caer en la cuenta de muchos detalles que el Señor tiene con nosotros y no dejarlo pasar de largo».
El enviado arzobispal significó que «este Año Jubilar se celebra porque esta hermandad hace cien años había pedido su sentido y pidieron renovarse e iniciar de nuevo la vida en hermandad, en 1923». Recordó al Santo Padre Juan Pablo II cuando pidió en el Rocío «limpiar el polvo del camino» para comenzar de nuevo. «Darle sentido a la cofradía y a la Iglesia de Granada, a la familia y al trabajo es la invitación que nos hace este Año Jubilar», señalando que es «un año de renovación y un año de alegría y perdón».