BAZA: Crónica del «curso de primavera» dedicado al ilustre bastetano José de Mora, de la UNED
José de Mora (Baza, 01-03-1642 / Granada, 25-10-1724) constituye una figura de
primer nivel en la cultura artística española de los siglos XVII y XVIII. Por esta razón,
debe mirarse hacia el cercano año 2024 como una efeméride cultural de capital
importancia que sitúa al territorio granadino y, especialmente, a la ciudad de Baza ˗en
tanto que cuna de este insigne artífice˗ en ejes centrales sin los cuales no puede
articularse la conmemoración del tricentenario del fallecimiento de quien, como reza el
título del presente proyecto, puede ser considerado como el más ilustre bastetano. Sin
lugar a dudas, Baza es conocida en el panorama histórico-artístico por su pasado íbero y
también por figurar siempre como el primer hito biográfico de quien fue el escultor más
importante de los reinos hispánicos desde 1672, en que fue nombrado escultor del rey,
hasta su deceso.
De este modo, la “bastetanidad” de José de Mora acompaña siempre a la apreciación de
su legado artístico, conformado por un nutrido elenco de obras que, desde el siglo XVII,
han venido trascendiendo las fronteras del patrimonio granadino. Obras del Gran Mora
pueden encontrarse como referentes en iglesias y museos de todo el territorio nacional,
así como en prestigiosas colecciones internacionales del mundo británico y
norteamericano, lo que sitúa a estas piezas como ejemplares altamente cotizados en el
mercado del arte. No en vano, José de Mora supo crear un sello artístico único y propio
de un genio, a pesar de las limitaciones y censuras que le impuso el contexto en vivió y
trabajó. Tanto es así, que generó una estética singular salida del sureste peninsular, una
estética granadina y con raíces en la Baza en que tuvo lugar su primer aprendizaje
artístico a la sombra de su abuelo, el también escultor bastetano, Cecilio López. Tamaña
fue la genialidad artística de Mora que los artistas que le sucedieron en el panorama
granadino de los siglos XVIII y XIX, ya solo supieron imitar las enseñanzas del gran
maestro haciendo tanto más prolongada una sobra que llega hasta nuestros días y que se
arroja sobre buena parte de la escultura occidental del Barroco, pero siempre con un
preciso origen: Baza.
Para conocer más pormenorizadamente la biografía, vida, obra y época del genio
bastetano más universal, José de Mora, el Centro Asociado a la Universidad Nacional
de Educación a Distancia de Baza ha celebrado un curso de extensión universitaria
sobre dicha temática. Éste constituye la tercera edición de estos “cursos de primavera”,
que, por tercer año consecutivo, la sede bastetana de la UNED ha acogido durante la
última semana del mes de abril y como prolegómeno de un fin de semana muy especial
para la comarca de Baza: la celebración de las fiestas de moros y cristianos en honor a
la Virgen de la Cabeza en Benamaurel, Cúllar y Zújar, estando declaradas las mismas de
Interés Turístico Andaluz. De esta forma, Baza, la ciudad natal de uno de los más
laureados artistas del Barroco Español, se pone a la vanguardia tomando la iniciativa e
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inicia los actos, en este caso que nos ocupa, académicos, para conmemorar el tercer
centenario del fallecimiento de su más ilustre hijo: José de Mora.
Este curso de extensión universitaria ha sido reconocido con un crédito ECTS por la
UNED, codirigido por el Prof. Dr. Don José Antonio Díaz Gómez (UGR), organizado
por el Ldo. Don Juan Antonio Díaz Sánchez (UGR), coordinado por la Prof.ª Doña
Josefa Martínez Talavera (directora del C.A. a la UNED de Baza); y todo esto bajo la
dirección del Prof. Dr. Don Antonio José Rodríguez Hernández (UNED) y director del
Dpto. de Historia Moderna de la misma, que ha querido desplazarse hasta Baza durante
todo el curso para participar en el mismo como un ponente más y sancionar con su
presencia el respaldo unánime e inequívoco que la sede central de la UNED, sita en
Madrid, proporciona a estas iniciativas académicas nacidas desde su sede bastetana.
Por supuesto, nada de esto hubiese sido posible sin la inconmensurable generosidad de
todos y cada uno de los participantes, que quisieron desplazarse hasta Baza o conectarse
telemáticamente desde sus respectivos lugares de trabajo y residencia, para regalar su
conocimiento, de una forma totalmente altruista y desinteresada, a toda persona
interesada que se haya matriculado en el mismo. Por cierto –dicho sea de paso–, gracias
a esto, es decir, al altruismo del elenco de especialistas que han aceptado la invitación
de la UNED a participar en este curso y al patrocinio del Excmo. Ayuntamiento de
Baza, la matrícula ha sido y es totalmente gratuita. Además, todo esto, a cuanto nos
estamos refiriendo, ha contado con el incondicional apoyo institucional del Centro de
Estudios «Pedro Suárez», Péndulo, Papeles de Bastitania; Centro de Estudios Históricos
de Granada y su Reino, y del Colegio Mayor Santa Cruz la Real (O.P.) de Granada.
A primera hora de la mañana del miércoles, 24 de abril, tuvo lugar el acto oficial de
inauguración del curso con la presencia en la mesa de don José Gabriel López Carreño
(concejal de Cultura del Excmo. Ayto. de Baza), doña Josefa Martínez Talavera
(directora del C.A. a la UNED de Baza), don José Antonio Díaz Gómez (codirector del
curso) y don Juan Antonio Díaz Sánchez (organizador del curso). También hemos de
destacar la presencia entre el público asistente del Sr. Alcalde de Benamaurel y
Diputado Provincial de la Excma. Diputación Provincial de Granada, don Juan
Francisco Torregrosa Martínez.
La conferencia inaugural, como no podía ser de otra manera, estuvo a cargo del Prof.
Dr. Don José Antonio Díaz Gómez, que es uno de los mayores especialistas sobre la
figura de José de Mora y la escuela barroca granadina, bajo el título “José de Mora
(1642-1724) y el Barroco: la definición del modo escultórico granadino”. El joven
profesor accitano del Dpto. de Historia del Arte de la Universidad de Granada disertó de
una magistral forma sobre el protagonista clave de su fulgurante labor investigadora y
meteórica carrera universitaria, cuyas aportaciones científicas a la vida y obra de José de
Mora han sido decisivas para ir completando la biografía sobre un personaje clave en la
Historia del Arte andaluz y español, y, a su vez, ciertamente esquivo. Tan sólo alguien
con la vasta erudición y docta sapiencia como posee el Dr. Díaz Gómez es capaz de
redimensionar la gran obra del más ilustre bastetano, José de Mora, cuya vida, poco a
poco, se va conociendo mejor y, a su vez, desmitificando.
No obstante, la genialidad de José de Mora se hubo de desarrollar en un espacio urbano
y un contexto político, social, económico y cultural. El maestro escultor-imaginero
nació en Baza y cuando éste contaba con cinco años de edad ya lo encontramos en
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Granada viviendo junto a su familia en torno a 1647 o 1648. Pero, ¿cómo era la ciudad
de Granada en tiempos de José de Mora? Pues ésta es la cuestión a la que respondió
magistralmente y sentando cátedra el Prof. Dr. Don Francisco Sánchez-Montes
González, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada, y el mayor
conocedor de la Granada del Siglo de Oro. Además, como docto erudito, que es el Dr.
Sánchez-Montes, en Historia de Andalucía, éste posee la admirable capacidad de
interrelacionar la historia local granadina con la autonómica andaluza, lo cual hace que
escuchar al maestro sea todo un privilegio y un regalo.
A continuación, la profesora accitana, la Dra. Doña Ana María Gómez Román, del
Dpto. de Historia del Arte de la Universidad de Granada y directora del muy prestigioso
Boletín del Centro de Estudios «Pedro Suárez», realizó una magnífica ponencia sobre el
imaginero Torcuato Ruiz del Peral a quien puede considerarse como uno de los mejores
exponentes de eso que denominaos “Círculo de los Mora”. Sin duda alguna, no puede
haber mejor persona que la mejor investigadora sobre su obra, como es la Dra. Gómez
Román, para llevar a cabo esta magnífica ponencia en donde ésta sentó las bases para
poder comprender mucho mejor la estética de la obra realizada por su paisano accitano,
Torcuato Ruiz del Peral, a quien podemos considerar como uno de los más destacables
continuadores de la saga de los Mora.
Seguidamente, el Dr. Don José Manuel Rodríguez Domingo, profesor del Dpto. de
Historia del Arte de la Universidad de Granada y, a su vez, presidente del Centro de
Estudios «Pedro Suárez», nos propuso un tema tan interesante como a la vez
desconocido: “La invención de la escuela granadina de escultura” y que, en las palabras
del propio ponente, se describe de la siguiente forma: “Aunque hoy cuestionada por la
historiografía, la llamada escuela granadina de escultura sigue constituyendo un lugar
común dentro del ámbito de la plástica barroca. La ponencia revisa los orígenes de esta
denominación y analiza la vigencia de los valores atribuidos al conjunto de escultores e
imagineros granadinos de los siglos XVII y XVIII, y el papel jugado por José de Mora
en su definición. Todo lo cual supone establecer el desarrollo de la fama del imaginero
bastetano, avalada por su obra, aunque notablemente enriquecida por su leyenda
personal.” Dicha ponencia consistió en una revisión historiográfica, más que necesaria,
sobre este concepto que viene a descubrirnos el origen y evolución del mismo a lo largo
de varios siglos. A priori, podría parecer una cuestión secundaria pero no lo es, nada
más alejado de la realidad, es una cuestión principal porque “escuela barroca granadina”
es un concepto utilizado a diario en el ámbito artístico y cofrade de Andalucía Oriental,
así como en el mercado del arte por lo que, debido a éste, dicho concepto se ha
internacionalizado.
A primera hora de la tarde, tocó el turno al Dr. Don Manuel Pérez Sánchez, profesor del
Dpto. de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, que nos habló sobre “Francisco
Salzillo, escultor del mayor crédito de estos reinos”. Sin lugar a dudas, el Dr. Pérez
Sánchez es uno de los mayores expertos en la figura y obra de Salzillo, uno de los
murcianos más ilustres. No obstante, en Baza y los territorios que compusieron su
antigua abadía, la obra de Salzillo tuvo una gran presencia puesto que, geográficamente
hablando, Baza queda situada a mitad de camino entre Granada y Murcia. Por lo tanto,
dicha ponencia no podía faltar y, máxime, siendo impartida por investigador de tan
acreditada solvencia y destacada afabilidad.
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Sin embargo, en la diócesis de Guadix durante los tres años que duró la Guerra Civil, la
iconoclastia marxista y anarquista produjo el arrasamiento y destrucción de todo o de
casi todo el patrimonio artístico sacro con la consecuente pérdida de una ingente
cantidad de obras artísticas fruto de las gubias que conformaron las escuelas barrocas
granadina y murciana. Para hablar sobre estas cuestiones contamos con la participación
del Dr. Don Santiago Pérez López, cuyos trabajos sobre este período histórico son
destacables. Gracias a su ponencia, cabe la posibilidad de tomar conciencia acerca de la
magnitud destructiva a la que llegó la sinrazón ideológica como fruto de la
intransigencia política dentro de un contexto bélico como fue el de la trágica contienda
civil. Es precisamente, a raíz del análisis de estos sucesos acaecidos hace noventa años,
donde los trabajos del Dr. Pérez López intentan, además de narrar los hechos, hallar una
explicación racional a unos acontecimientos que son irracionales del todo, es decir,
esforzarnos por encontrar un porqué y un para qué se realizaron estos desastrosos
hechos que dieron lugar a la destrucción de la mayor parte, salvo honrosas excepciones,
del patrimonio artístico sacro diocesano.
Para finalizar la primera jornada, tuvo lugar una interesante ponencia titulada “la obra
de los Mora en Guadix” a cargo del historiador del arte, el Ldo. Don Antonio Francisco
Gabarrón Torrecillas, un gran conocedor sobre la materia en su ciudad natal, Guadix. La
disertación, que el Ldo. Gabarrón llevó a cabo, versó sobre las obras más destacadas
atribuidas o documentadas a los Mora como fueron o son la Inmaculada Concepción,
San Pedro en cátedra, San Pedro de Alcántara, San Antonio de Padua y San Pascual
Bailón. Sin duda alguna, dicha ponencia constituyó un buen broche final para una
jornada tan intensa como productiva.
Al día siguiente, es decir, a primera hora del jueves, 25 de abril, la jornada arrancó
desde el Castillo de Simancas donde se ubica el Archivo General. En dicho marco
incomparable, uno de sus archiveros, el Dr. Don Francisco Javier Crespo Muñoz,
disertó magistralmente sobre “el rastro documental de la piedad popular en la Granada
de José de Mora” y en palabras propias del ponente “la espiritualidad barroca se ha
considerado un momento de eclosión de las manifestaciones de piedad popular. Como
en otros puntos de la Monarquía Hispánica, las gentes que poblaban Granada en los
siglos XVII-XVIII incardinaban su devoción y su religiosidad a través de agentes
intermedios, dentro de la Iglesia e, imbricadas en ella, de hermandades y cofradías. Los
actos que consolidaban jurídicamente las prácticas de piedad tenían un reflejo
documental y unas consecuencias, desde lo socioeconómico a lo artístico, por medio de
registros sacramentales o testamentos.” Por lo tanto, todo ese corpus documental dejó
un rastro tan interesante como difícil de encontrar en los archivos estatales pero que,
poco a poco, se está localizando y estudiando. Destacar la inconmensurable labor de los
facultativos, como es el caso del Dr. Crespo Muñoz, puesto que sin su inestimable
ayuda muchas de nuestras investigaciones quedarían ciertamente incompletas.
A continuación, desde otro enclave maravilloso como es el monasterio de las Madres
Carmelitas de la Antigua Observancia de Granada, el director del museo cuya sede allí
se ubica, el Dr. Don Venancio Galán Cortés, disertó de una magnífica forma sobre la
influencia de José de Mora en la obra de Agustín de Vera y Moreno que, según las
propias palabras del Dr. Galán, es “el discípulo más fiel de la estética de José de Mora.”
Precisamente, esto fue lo que don Venancio realizó de una manera magistral y muy
amena mediante el análisis comparativo de sus obras.
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Acto seguido, tomó la palabra el Dr. Don José Policarpo Cruz Cabrera, catedrático de
Historia del Arte de la Universidad de Granada, para disertar sobre el núcleo y
dispersión de la escultura de los Mora en la periferia cordobesa, jiennense, almeriense y
sevillana. Una extraordinaria conferencia que el Dr. Cruz Cabrera nos regaló,
contribuyendo así a un más que considerable enriquecimiento del programa, que
conforma este curso, no solamente por su vasta erudición y celebérrima sapiencia sino
por su extraordinaria bonhomía.
Para terminar la mañana del jueves, tocó el turno de palabra a la Lda. Doña Lucía Ruiz
Gómez, que es restauradora y conservadora de obras de arte, donde nos explicó de una
amena forma y didáctica manera cómo es el proceso analítico sobre la técnica
escultórica en una obra artística, tanto a nivel de soporte como de policromía. La Lda.
Ruiz Gómez también analizó distintas intervenciones ya realizadas sobre varias obras de
los Mora y finalizó su celebérrima ponencia explicando al auditorio cómo es y en qué
consiste una propuesta de intervención para una obra de José de Mora que procesiona en
la Semana Santa de Granada. Sin duda alguna, la joven restauradora granadina, que es
poseedora de una enorme profesionalidad y acreditada solvencia, doña Lucía Ruiz
Gómez, quiso regalar su conocimiento al respetable público que la estuvo escuchando y
enriqueciendo así el programa que conforma este curso de una manera exponencial y
extraordinaria.
La tarde del jueves no pudo comenzar de mejor manera que viendo las obras de los
Mora desde el punto de vista de un célebre artista y la óptica de un historiador del arte
enorme. Estas dos facetas, añadida a la condición de ser paisano bastetano de José de
Mora son las que convergen en don Antonio José Jaenada Jaenada, que es doblemente
Ldo. en Bellas Artes y en Historia del Arte por la Universidad de Granada, más DEA en
Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, y, en la actualidad, doctorando en
Historia del Arte por la Universidad de Granada. Su ponencia pretendió reflexionar
acerca de las formas plásticas y las diferentes técnicas de la escultura de la familia Mora
y su entorno, así como los diferentes estilos artísticos que se codearon durante la vida de
esta familia de escultores, desde el clasicismo manierista todavía vigente a principios de
siglo XVII hasta el barroco pleno de principios del XVIII. La ponencia se sirvió de las
diferentes funciones escultóricas presentes en el catálogo de esta familia, retablos y
escultura de bulto redondo principalmente. Ésta es la óptica que sólo puede tener quien
sabe trabajar con dichos conceptos y ha sido capaz de dibujar, trazar y moldear
esculturas como antaño lo hicieran otros artistas e imagineros. Este es el enorme aporte
con que el artista bastetano, don Antonio Jaenada, ha logrado enriquecer, aún más si
cabe, el extenso programa del curso.
A las cinco de la tarde, hora taurina y lorquiana por excelencia, prosiguió la segunda
jornada de este curso con una interesantísima ponencia bajo el título “José de Mora bajo
el signo de los tiempos: contexto político, social y cultural de las comarcas de Guadix y
Baza (ss. XVII-XVIII).” Ésta consistió en, parafraseando al propio ponente, reflexionar
sobre la circunstancia de que “la producción artística de un autor como José de Mora no
se puede desligar del contexto histórico, político, social, cultural y económico en el que
se vio envuelto. Una mirada transversal sobre estos ámbitos en la tierra que le vio nacer
permitirá encuadrar mejor no solo su arte sino el espectro vital del personaje,
poniéndolo en relación con la realidad y cotidianeidad de su obra.” Esta magnífica
disertación estuvo a cargo del Ldo. Don David García Trigueros, profesor de
Enseñanzas Medias, historiador del arte y, el título que más me gusta destacar de él,
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entendido cronista, que supo entusiasmar al respetable con una faena donde intercambió
naturales con invertidos, circulares, manoletinas y bernardinas. Previamente, habiendo
recibido el tema a porta gayola, y habiéndole echado el capote con dos verónicas, una
media, tres afarolaos y dos chicuelinas al ser David, además de un gran historiador, un
magnífico comunicador y un celebérrimo aficionado. La suerte suprema estuvo a la
altura de la faena y los lances ya descritos puesto que con estocada hasta la bola (“a la
primera”) cortó dos orejas y rabo. A los pocos minutos de recibir a los “históricos
morlacos” cuya casta y solera no tenían parangón, el diestro supo conectar
perfectamente con los tendidos de tan señera plaza de primera, realizando así una
lección magistral, repleta de arte y elocuencia, cargada ésta de datos curiosos, divertidas
anécdotas, algunas de ellas hilarantes, protagonizadas por aquellos frailes o sacerdotes,
que lograron alcanzar la dignidad prelaticia, convirtiéndose en auténticos mecenas del
arte. Todo ello le valió poner en pie al público del coso bastetano, que blanqueó los
tendidos con sus pañuelos, y salir a hombros por la puerta grande de la UNED como
gran persona que es.
A continuación, el Dr. Don Miguel Córdoba Salmerón, que también es Ldo. en Sagrada
Teología, dictó una más que interesante ponencia bajo el título “La obra de José de
Mora un encuentro entre la teología y la religiosidad popular del siglo XVII-XVIII.” En
dicha ponencia y parafraseando al propio ponente: “La obra de arte no es un mero
objeto estético, sino que cumple con unos objetivos. Las obras religiosas, a lo largo del
tiempo, buscan acercar al creyente a Dios, crear un puente de comunicación entre
ambos. De ello no es ajeno la obra de José de Mora. En este trabajo buscamos cuál es el
mensaje teológico que se ha transmitido a través de sus obras, y cuánto hay de
religiosidad popular.” Sin lugar a dudas, el Dr. Córdoba Salmerón ha contribuido con
otro punto de vista, muy importante –esencial, me atrevería a calificarlo yo– para poder
comprender mucho mejor la obra de José de Mora, y éste es el teológico-espiritual. En
última instancia, huelga hasta recordarlo, la imaginería religiosa tiene como finalidad
principal acercar la espiritualidad al pueblo de Dios y facilitar su desarrollo a través del
arte. Pues fue precisamente esta lectura teológica de la obra de los Mora es lo que don
Miguel nos ofreció de forma magistral a través de su magnífica ponencia.
Y para finalizar la segunda jornada, que también fue tan interesante como intensa, tuvo
lugar una de las actividades que, generalmente, suele crear más expectación en el seno
del alumnado del curso y más atrae al público en general: la mesa redonda de debate. En
esta ocasión, estuvo conformada por don David García Trigueros (redactor cofrade del
diario Granada Hoy), doña Lucía Ruiz Gómez (restauradora y conservadora de obras de
arte), don José María Manzano Corbalán (comunicador) y don Miguel Luis LópezGuadalupe Muñoz (catedrático de Historia Moderna de la UGR), y estuvo moderada por
don Jaime Bedmar Marchant (periodista de Radio Baza-Cadena SER). La temática
debatida por estos magníficos tertulianos fue “la escuela barroca granadina en pleno
siglo XXI” y en dicha mesa redonda se abordaron varias cuestiones relacionadas con
este tema, su vigencia e interés en la actualidad y si se asegura o no su pervivencia
dentro de un futuro próximo. Un más que interesante debate que en determinados
momentos del mismo se animó con apasionadas defensas de las diversas posturas
mantenidas por los distintos tertulianos al acervo de sus respectivos puntos de vista. En
conclusión, esta mesa redonda puso “la guinda al pastel” a una jornada muy provechosa
repleta de trabajo y conocimiento.
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La última jornada, es decir, la celebrada el viernes, 26 de abril, se inició con una
ponencia dictada por el Ldo. Don Juan Antonio Díaz Sánchez, quien a su vez fue
organizador de este curso, sobre una cuestión que enmarca la época de José de Mora
como fue “la Orden de Predicadores en la ciudad de Baza: cinco siglos de
evangelización y mecenazgo artístico.” El 4 de diciembre de 1489 se produjo la Toma
de Baza por los Reyes Católicos dando comienzo la era cristiana a través del su
repartimiento de la ciudad y su conversión. Este presente trabajo pretende analizar la
labor de cristianización llevada a cabo por la Orden de Predicadores (frailes dominicos)
dentro de los distintos procesos de evangelización que se dieron en la ciudad de Baza
durante los primeros años de la conquista cristiana y su pervivencia a través de los
siglos posteriores. Sin lugar a dudas, esta orden religiosa dominicana fue decisiva,
fundamental y esencial para el desarrollo de la piedad popular en Baza y el mecenazgo
de las artes a través del encargo de patrimonio artístico sacro realizado en los grandes
talleres de las escuelas barrocas granadina y murciana. Aunque ésta pueda salirse
tangencialmente de la columna vertebral que artículo este curso, es muy positivo dar a
conocer algunas pinceladas sobre la historia de las Órdenes Religiosas en Baza y el
mecenazgo artístico que éstas ejercieron, en este caso concreto que nos ocupa, los
Dominicos.
A continuación, tuvimos una de las ponencias que más expectación generó durante la
elaboración del propio programa del curso, nos estamos refiriendo a la ofrecida por el
director del Dpto. de Historia Moderna de la UNED, el Dr. Don Antonio José
Rodríguez Hernández, bajo el título “Vivir en tiempos convulsos: el reinado de Carlos
II, y su corte, dentro de la crisis de la monarquía de los Austrias.” Para describirla
utilizaremos las palabras de su autor puesto que no encontramos otras que sean más
acertadas: “José Mora vivió en una época convulsa y de grandes cambios políticos,
sociales y económicos. Su nacimiento se produce en 1642, en una época de guerra total
dentro de la monarquía, tras las sublevaciones de catalanes y portugueses, y en un
contexto social, económico y climatológico muy adverso. Una época marcada por la
crisis demográfica, las epidemias, una economía en recesión y la guerra y sus demandas,
que hicieron elevar enormemente la presión fiscal. De hecho, no parece casual que la
marcha de Mora de la Corte se produzca en 1680, el año de la mayor crisis económica
de la Edad Moderna. Todo ello dentro de una época de enorme tensión política, y que se
fragua un cambio dinástico importantísimo para la historia de España: la llegada de los
Borbones.” Sin lugar a dudas, el Dr. Rodríguez Hernández no defraudó y alcanzó
sobradamente las expectativas generadas por el público tanto en su intervención como
en él mismo.
Acto seguido, fue el turno de un maestro de maestros como es el Dr. Don Miguel Luis
López-Guadalupe Muñoz, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de
Granada, quien, junto a su hermano Juan Jesús, han creado escuela en la Facultad de
Filosofía y Letras de la universidad granadina. Así pues, el profesor López-Guadalupe,
ejerciendo su vasto magisterio, una vez más, volvió a sentar cátedra hablando sobre el
“Imperium Mariae: Granada en la plenitud del Barroco (1642-1724).” Sin lugar a
dudas, una más que interesante ponencia sobre cómo se encontraba el panorama
devocional en la ciudad de Granada en la que moró José de Mora y que en palabras del
propio maestro: “la Granada que conoce José de Mora es una ciudad que va
remodelando sus edificios, sobre todo los religiosos, en consonancia con los gustos
barrocos. Instituciones eclesiásticas, hermandades o particulares hacen sus encargos,
que han venido a enriquecer el elenco de la imaginería barroca granadina en su etapa de
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plenitud. En ese panorama devocional, la preferencia por la Virgen María va invadiendo
todo, con referentes muy significativos en la ciudad de Granada y una panoplia cada vez
más amplia de advocaciones, tanto en el campo de las cofradías penitenciales y
grupales, como en las erigidas a devoción de la Virgen, como fueron entre otras las
rosarianas y las de la Inmaculada Concepción.” Una vez más el maestro volvió a sentar
cátedra como únicamente sabe hacerlo quien la ejerce todos los días.
Finalmente, para completar el “trío de ases”, tuvo lugar la conferencia de clausura que
estuvo a cargo del Dr. Don Juan Antonio Sánchez López, catedrático de Historia del
Arte de la Universidad de Málaga, quien disertó acerca de “la fragilidad poética de José
de Mora desde la babel estética malagueña y el hinterland antequerano. De las piezas
importadas a las confluencias.” Al ser un tema tan apasionante como, a su vez,
complejo, vamos a utilizar las palabras del propio catedrático para explicarlo: “La
presencia, influencia y proyección del “modo granadino” en el contexto malagueño de
los Siglos de Oro está ligado, de modo indisoluble y arrollador, a la figura de Pedro de
Mena. Sin embargo, ciertos promotores se inclinaron por la gran alternativa estética y
emotiva que José de Mora supo convertir en el triunfo del sentimiento y la sutileza.
Desde ahí analizamos las piezas relacionadas con el artista bastetano en el entorno de
Málaga y Antequera, al tiempo de descubrir su huella y sugestión en la producción de
escultores que trabajaron en estos dos grandes centros escultóricos de la provincia
malagueña.” Sin duda alguna, esta conferencia constituyó el cénit del curso que
terminó, a modo de conclusión final, culminando con el éxtasis de la sapiencia suprema
y la erudición máxima.
Por último, se procedió a la solemne clausura de este curso con la siguiente mesa de
autoridades: don Pedro Justo Ramos Martínez (alcalde de la ciudad de Baza), don
Antonio José Rodríguez Hernández (director del Dpto. de Historia Moderna de la
UNED), doña Josefa Martínez Talavera (directora del C.A. a la UNED de Baza) y don
Juan Antonio Díaz Sánchez (organizador del curso). Un agradecimiento público, que no
constituye más que un acto de justicia y, a la vez, es absolutamente necesario, se debe
de hacer al personal que trabaja en el C.A. a la UNED de Baza: doña Josefa Martínez
Talavera (directora), don Melchor Tudela Martínez (secretario), doña María Isabel
Martínez Mesas y doña Virginia Pascual Fernández (personal de administración), doña
María del Carmen Caballero Laguna (bibliotecaria) y a don Ricardo Gavilán Hernández
(ordenanza).
Como última reflexión, queremos apuntar que, en España, varias sedes locales de la
UNED están albergadas en palacios como por ejemplo la de Úbeda, que es uno de los
palacios renacentistas de los Vázquez de Molina, o la de Tudela que es el también
palacio renacentista del marqués de San Adrián. Con esto queremos sugerir que, si la
UNED es una de las joyas educativas que posee la ciudad de Baza, el Palacio de los
Enríquez debería de ser el “joyero” que albergara a dicha joya. Ergo “Omnibus
mobilibus mobilior sapientia” (Sab 7,24), que traducido al castellano quiere decir: “La
sabiduría se mueve más que todas las cosas que se mueven”, así reza, en forma de
adagio latino e inspirado en dicho versículo bíblico, el lema de la UNED.
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Informa: Juan Antonio Díaz Sánchez.
Fotos Uned-Baza